Un satélite que estuvo más de dos décadas en el espacio, reingresará a la Tierra en septiembre y su encuentro con la atmósfera culminará sobre el océano Pacífico Sur, justo frente a las costas de Chile y Perú, pero en una zona deshabitada a varios kilómetros de distancia.
De acuerdo con la Agencia Espacial Europea (ESA) “esto marca el final de la histórica misión, más de 24 años después de que fuera enviada al espacio para medir el entorno magnético de la Tierra“.
Se trata de la misión Cluster, que envió a 4 satélites europeos para realizar mediciones del planeta desde la órbita, los otros tres restantes eventualmente también dejarán de recopilar datos y reingresarán a la atmósfera.
“Lanzada en el 2000, Cluster ha pasado 24 años estudiando quizás la única cosa que hace de la Tierra un mundo habitable único donde la vida puede prosperar: su poderoso escudo magnético, la magnetosfera“, descubre la agencia espacial.
Cabe recordar que la magnetosfera es la capa más exterior de la atmósfera de la Tierra y funciona como escudo que protege al planeta de los rayos cósmicos y las tormentas solares. Básicamente, de la radiación.
El satélite que reingresará a la Tierra frente a las costas de Chile
Esta será la primera “reentrada dirigida” de un satélite, en un esfuerzo de la ESA por dejar menos desechos en la órbita espacial, esperan poder monitorear la caída y observar cómo se quema al atravesar la atmósfera.
Los 4 satélites de la misión Cluster, se llaman Rumba (Cluster 1), Salsa (Cluster 2), Samba (Cluster 3) y Tango (Cluster 4). Salsa será el que reingresará primero y su trayectoria fue modificada para guiarla hacia el hemisferio sur de la Tierra.
En su recorrido, antes de comenzar a quemarse el próximo 8 de septiembre, pasará por encima del océano Atlántico, Brasil, posiblemente Perú y Bolivia, con dirección hacia el norte de Chile, a menos de 100 km de altura, para finalmente alejarse hacia el océano pacífico.
“En enero modificamos la órbita de Salsa para asegurarnos de que el 8 de septiembre experimente su último descenso abrupto desde una altitud de aproximadamente 110 km a 80 km. Esto nos da el mayor control posible sobre dónde la nave espacial será capturada por la atmósfera y comenzará a quemarse”, explica Bruno Sousa, el director de operaciones de Cluster.
Los expertos están seguros de que no caerán fragmentos de este objeto en el océano y por el momento se desconoce si se verá desde el extremo norte de Chile cuando comience a arder en la atmósfera, pero la ESA estará actualizando el reingreso a través de sus redes sociales.
“Todavía tenemos muy pocos datos sobre cómo se comportan las naves espaciales a medida que pasan por las capas inferiores de la atmósfera. Nos gustaría saber más para predecir aún mejor el momento y la ubicación de las reentradas de los satélites y garantizar la seguridad de los humanos en la Tierra”, señalan.