Recientemente, está resurgiendo el nombre de Thomas Campbell, un ex científico de física aplicada de la NASA, que en 2017 ideó una serie de experimentos para probar si es que vivimos en una simulación.
Campbell publicó entonces un estudio titulado Probando la teoría de la simulación, con el que propuso una teoría donde nuestro universo funciona a través de un sistema de realidad virtual, finito y complejo.
“El sistema, como en un videojuego, renderizaría el contenido (realidad) sólo en el momento en que la información está disponible para ser observada por un jugador y no en el momento de detección por una máquina (que sería parte de la simulación y cuya detección también sería parte del cómputo interno realizado por el servidor de Realidad Virtual antes de mostrar el contenido al reproductor)”, dice el paper.
Con este principio, Campbell y su equipo desarrollaron una serie de experimentos conceptuales destinados a probar su teoría de la simulación. Pero no llegó a comprobar o descartar nada todavía.
Tiempo después, el físico creó una organización sin fines de lucro llamada Centro para la Unificación de la Ciencia y la Conciencia (CUSAC), junto a otros expertos, para financiar estudios que pongan a prueba sus experimentos.
Ahora, científicos de la Universidad Politécnica Estatal de California (CalPoly) están comenzando esta ardua tarea y poniendo a prueba los experimentos de Campbell, según recoge el medio The Byte.
Los experimentos de Thomas Campbell
De acuerdo con DW, hay 5 experimentos clave propuestos en el estudio liderado por el físico, algunos de ellos son variaciones del conocido experimento de la doble rendija, que demostró que la luz y la materia pueden actuar como ondas y como partículas.
Al plantear que el mundo es una “realidad virtual”, Campbell propone que la realidad aparece a medida que el observador avanza, como ocurre con los gráficos de algunos videojuegos.
A raíz de este lineamiento, el físico cree que eliminando al observador, la información de la realidad registrada dejará de existir.
Thomas cree que si sus experimentos llegan a resultados que confirmen su teoría, podrían tener grandes implicancias y “desafiar la comprensión convencional de la realidad y descubrir conexiones profundas entre la conciencia y el cosmos”.