Una reciente investigación realizada con la tecnología de telescopios ubicados en Chile, permitió descubrir una galaxia hiperluminosa infrarroja (HyLIRG), que generó nuevas perspectivas sobre la formación de estrellas en el universo.
En este proceso participó Rodrigo Herrera, Astrónomo Asociado del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA).
El artículo “Estudio detallado de un raro disco giratorio hiperluminoso en un anillo de Einstein hace 10 mil millones de años”, se publicó en la revista Nature Astronomy, junto a una fotografía tomada por el Observatorio Europeo Austral (ESO), que muestra a la lejana galaxia PJ0116-24, una HyLIRG 10.000 veces más brillante que nuestra Vía Láctea (en luz infrarroja).
“En el fondo, hasta ahora se planteaba que las galaxias extremadamente brillantes debían ser resultado de fusiones de galaxias. Las que, producto de sus colisiones, desencadenan una rápida formación de estrellas. Pero estos nuevos datos indican que las galaxias aisladas también podrían convertirse en HyLIRG mediante procesos internos, sin interactuar con otras galaxias. Si el gas formador de estrellas se canaliza rápidamente hacia el centro de la galaxia”, planteó.
Además, lo interesante, es que “está produciendo estrellas a una tasa muy alta”, explica Herrera. La investigación fue dirigida por Daizhong Liu, del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre y el Observatorio Purple Mountain.
Es tal el volumen, que si se busca una comparación, la Vía Láctea crea, aproximadamente, una masa solar por año; mientras que la galaxia PJ0116-24 genera 1.500 masas solares al año.
En la investigación se realizaron observaciones con el Very Large Telescope (VLT) de ESO y su nuevo Espectrógrafo e Imágenes de Resolución Mejorada (ERIS), que detecta gas cálido, que se muestran en rojo en la fotografía.
Una galaxia hiperluminosa descubierta desde Chile
También se sumaron investigaciones con el Atacama Large Millimetre/submillimetre Array (ALMA), que detecta gas frío, que se ve en azul, para estudiar el movimiento del gas dentro de PJ0116-24.
El Astrónomo Asociado del CATA también resalta la importancia de que este trabajo se haya realizado con instrumental y telescopios ubicados en nuestro país, lo que ratifica la condición de Chile como la capital mundial de la astronomía.
“También el apoyo del CATA es clave en estos procesos. Por un lado, estamos conectados fuertemente con nuestros colaboradores internacionales en hacer estos grandes descubrimientos que se publican en revistas de primer nivel, como Nature“, señala.
“Al mismo tiempo, en el Centro tenemos un área específicamente dedicada a la evolución de galaxias, donde un grupo de investigadores trabajamos en expandir el conocimiento respecto de cómo las galaxias se formaron y evolucionaron, y este descubrimiento en particular calza súper bien con las líneas de investigación del CATA que trata de responder a esta pregunta”, agrega.
A favor de esta investigación, también jugó que una galaxia en primer plano actuó como lente gravitacional, amplificando la luz de PJ0116-24 detrás de ella hacia el anillo de Einstein. Esta alineación cósmica precisa permite a los astrónomos acercarse a objetos muy distantes, como la galaxia ubicada a 10.000 millones de años luz, y verlos con un nivel de detalle que de otro modo sería muy difícil de lograr.
¿Qué viene ahora? Herrera indica que se sienta una base importante, que demuestra que existe una población de galaxias que antes no estaba en el radar. Por lo tanto, ahora hay que seguir construyendo estos surveys (catálogos), para continuar detectando más de estas hiperluminosas.
Además de derivar en un estudio más sistemático de las propiedades de este tipo de galaxias, para tratar de hacer un censo que dé información de, por ejemplo, qué porcentaje está formando tantas estrellas como la recién descubierta.