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Durante la pubertad, los cuerpos experimentan cambios significativos, incluido un aumento en el olor corporal que se vuelve más penetrante. Según investigadores, el olor de los adolescentes contiene elementos malolientes y niveles más altos de ácidos carboxílicos, que se forman cuando las bacterias descomponen el sudor de las axilas y el sebo.

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Durante la pubertad cambia todo. Los cuerpos crecen, los músculos se fortalecen y, a menudo, el olor corporal se vuelve más penetrante. Ahora, los científicos han identificado por qué los adolescentes huelen “fuerte”.

De acuerdo con el sitio Science News, a diferencia del de los bebés y niños pequeños, el olor corporal de los adolescentes contiene dos elementos malolientes y niveles más altos de ácidos carboxílicos, según informaron investigadores el pasado mes de marzo en Communications Chemistry.

Esas sustancias químicas se forman cuando las bacterias descomponen el sudor de las axilas y el sebo (las secreciones aceitosas que mantienen húmeda nuestra piel), y pueden contribuir a los notables cambios en el olor a lo largo de la pubertad.

¿Por qué los adolescentes huelen “fuerte”?

El estudio estuvo a cargo de la química Helene Loos, de la Universidad Friedrich-Alexander de Erlangen-Nürnberg (Alemania). “Hay una gran diversidad de compuestos presentes en los olores corporales”, explica.

Helene Loos y sus colegas recogieron muestras de olor corporal de 18 adolescentes de 14 a 18 años y 18 niños pequeños de 0 a 3 años que habían dormido con almohadillas de algodón bajo los brazos durante una noche. La deconstrucción del olor corporal en componentes individuales reveló que los niños pequeños y los adolescentes tienen más de 40 compuestos en común.

Mientras que algunas clases de sustancias químicas no mostraban diferencias entre los grupos de edad, los olores de los ácidos carboxílicos eran más prevalentes en los adolescentes. Estos compuestos eran una mezcla de olores agradables, descritos por un panel entrenado para evaluar señales olfativas, como afrutados, jabonosos o herbáceos, y otros menos atractivos, que olían a queso, moho o cabra.

Los investigadores también identificaron dos hormonas presentes únicamente en el olor corporal de los adolescentes y que se encuentran comúnmente en mamíferos. Una (5α-androst-16-en-3-ona) con olor a sudor, orina y almizcle. Otra (5α-androst-16-en-3α-ol), con olor a almizcle y sándalo (olor amaderado, ligeramente animal, incluso erotizante).

El almizcle es una sustancia presente en la composición de muchos perfumes por sus características fragantes y sus cualidades como fijador de aromas. En los orígenes, se obtenía del ciervo almizclero, de una glándula situada entre los genitales y el ombligo del animal.

Asimismo, también aparecieron algunos componentes de productos perfumados, a pesar de que los participantes evitaron los desodorantes y utilizaron detergentes y jabones corporales sin perfume durante los dos días previos al estudio.

Según el bioquímico Andreas Natsch, de Givaudan, fabricante de fragancias y aromas con sede en Vernier (Suiza), no se detectaron algunos compuestos que se sabe que contribuyen al olor corporal fuerte. Estas sustancias químicas podrían requerir técnicas de detección diferentes, o podrían aparecer más después de hacer ejercicio o sudar.