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La NASA reveló nuevos análisis de muestras del asteroide Bennu, indicando que contiene componentes esenciales para la vida como carbono, nitrógeno y fosfato de magnesio y sodio, sugiriendo que el asteroide podría ser un fragmento de un planeta oceánico que ya no existe.
La NASA reveló los resultados de nuevos análisis de las muestras del asteroide Bennu traídas a la Tierra en 2023. Recordemos que, el año pasado, la sonda espacial OSIRIS-REx llegó hasta este objeto, se posó sobre él y recolectó rocas y polvo de su superficie.
Los nuevos hallazgos indican que el asteroide contiene 3 componentes esenciales para la vida: carbono, nitrógeno y fosfato de magnesio y sodio.
Preliminarmente, según reportó la NASA en febrero de este año, los científicos detectaron la presencia de fosfatos en las muestras de Bennu, por lo que teorizaron que el asteroide probablemente es un fragmento de un planeta oceánico.
Ahora, la agencia espacial sumó 2 nuevos elementos, el carbono y el nitrógeno, “los cuales son componentes esenciales para la vida tal como la conocemos”, señalaron en un comunicado.
Además, descubrieron que el material del objeto contiene minerales arcillosos, reflejando “el tipo de roca que se encuentra en las dorsales oceánicas de la Tierra”.
Las muestras del asteroide Bennu revelan secretos del sistema solar
El análisis en profundidad se publicó en la revista Meteoritics & Planetary Science, y demuestra que Bennu está revelando secretos del pasado del sistema solar y la química que condujo al origen de la vida en la Tierra.
“Bennu contiene los ingredientes originales que formaron nuestro sistema solar“, determinaron. Mientras que los fosfatos sugieren que “el asteroide pudo haberse desprendido de un diminuto y primitivo mundo oceánico que ya no existe“.
La NASA, de hecho, profundizó en los análisis del fosfato de magnesio y sodio, descubriendo que estos componentes vienen puros en la muestra, sin la presencia de otros minerales, algo que no se había observado antes en otras muestras de meteoritos.
“La presencia y el estado de los fosfatos, junto con otros elementos y compuestos en Bennu, sugieren un pasado acuoso del asteroide. Bennu potencialmente podría haber sido parte de un mundo más húmedo. Aunque esta hipótesis requiere más investigación”, señaló en el comunicado, Dante Lauretta, coautor principal del artículo e investigador principal de OSIRIS-REx en la Universidad de Arizona.
“Estos hallazgos subrayan la importancia de recolectar y estudiar material de asteroides como Bennu, especialmente material de baja densidad que normalmente se quemaría al entrar en la atmósfera de la Tierra”, añadió.
Tras estos análisis, la NASA repartirá fragmentos de las muestras a diferentes laboratorios en el mundo, que serán enviados desde el Centro Espacial Johnson de la NASA, en Houston, durante los próximos meses. Así, el trabajo sobre este material será colaborativo, más rápido y con diferentes perspectivas.
“Las muestras de Bennu son rocas extraterrestres tentadoramente hermosas. Cada semana, los estudios del equipo de análisis de muestras de OSIRIS-REx proporcionan hallazgos nuevos, y a veces sorprendentes, que están ayudando a imponer importantes limitaciones al origen y la evolución de planetas similares a la Tierra”, concluyó Harold Connolly, coautor principal del artículo y científico de muestras de la misión OSIRIS-REx en la Universidad Rowan en Glassboro.
