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El fenómeno climático de La Niña podría presentarse entre julio y septiembre de este año, con una probabilidad del 60%. Se prevé que genere precipitaciones por debajo de lo normal, afectando zonas ya afectadas por la sequía, además de temperaturas más frías de lo habitual, impactando en la agricultura y las condiciones de vida. A pesar de los pronósticos iniciales que apuntaban a su llegada en junio, hasta el momento no ha ocurrido. Se estima que La Niña sería menos intensa de lo esperado, con una categorización de "La Niña débil" por un enfriamiento de -0,5 a -1°C en la temperatura superficial del mar. Los modelos climáticos han mostrado inconsistencias en sus pronósticos, retrasando el establecimiento de La Niña y su magnitud, lo cual podría complicar los futuros pronósticos.

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Distinto a lo que se había pronosticado para este año, el fenómeno climático de La Niña recién podría presentarse entre los meses de julio a septiembre.

Recordemos que durante este evento se suelen registrar precipitaciones por debajo de lo normal, lo cual puede agravar las condiciones de sequía, especialmente en áreas que ya son áridas o semiáridas.

Además, su influencia viene con temperaturas más frías de lo normal, lo que afectaría las actividades agrícolas como las condiciones de vida en diferentes regiones.

En un principio se había anunciado que existía un 50% de probabilidades de que La Niña llegase para el trimestre de junio, julio y agosto de 2024, pero hasta el momento no ha ocurrido.

Ahora, según consigna Meteored, el fenómeno podría llegar en el trimestre de julio, agosto y septiembre según estimaciones que llegan al 60%, y que apuntan que sus efectos se registrarían hasta los primeros tres meses de 2025.

Aunque, cabe destacar que de acuerdo a las estimaciones, que fueron emitidas por el International Research Institute for Climate and Society (IRI) de la Climate School de la Universidad de Columbia en Estados Unidos, junto al Climate Prediction Center (CPC) de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), sus efectos serían menos intensos que en otras instancias.

En efecto, de acuerdo al pronóstico del CPC, el fenómeno se centraría entre -0,5 y -1°C de la temperatura superficial del mar, lo cual le haría recibir la categorización de “La Niña débil”.

Además, los cálculos indican que el enfriamiento sobrepasaría la barrera de los -0,5°C entre septiembre, octubre y noviembre.

Las primeras estimaciones de su llegada se anunciaron en febrero a través de un cálculo que apuntaba al trimestre de mayo, junio y julio, el cual no se cumplió como se ha visto, así como tampoco se produjo con la predicción que apuntaba a junio, julio y agosto.