John McFall, de 43 años, está siendo entrenado por la Agencia Espacial Europea (ESA) para convertirse en el primer astronauta con una discapacidad física en ir al espacio. Por el momento, McFall no tiene prometido un viaje, pero su entrenamiento muestra un buen pronóstico.
John perdió una pierna tras un accidente en motocicleta cuando tenía 19 años, los médicos tuvieron que amputarle la extremidad derecha por encima de la rodilla, donde ahora utiliza una prótesis.
Después de esta experiencia, se convirtió en atleta paralímpico y llegó a representar a Gran Bretaña en el Campeonato de Europa del Comité Paralímpico Internacional (IPC), donde consiguió medalla de bronce por correr 200 metros.
En 2014, se graduó en Licenciatura en Medicina y Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cardiff, Reino Unido, pero en 2022 comenzó un nuevo oficio tras ser seleccionado por la agencia espacial europea como candidato a astronauta. Allí, los científicos realizan un estudio sobre su viabilidad para ir al espacio.
El entrenamiento del primer astronauta con una discapacidad física
Un artículo publicado por BBC News el miércoles, detalla que recientemente John fue expuesto a la fuerza G, para la que ha estado entrenando durante el último tiempo. Recordemos que la fuerza G corresponde a aceleración que produce la fuerza de la gravedad en un objeto o persona, como la que enfrentan los astronautas cuando salen y regresan a la Tierra en un cohete a alta velocidad.
“Hoy vamos a alcanzar aproximadamente 6 G, es decir, seis veces la fuerza de la gravedad. Replica lo que sería durante el reingreso a la atmósfera en una cápsula Soyuz”, explicó John al medio el día que hicieron este ensayo.
Los científicos de la ESA, pusieron a McFall dentro de la “centrífuga”, un instrumento con el que replican la fuerza G para que los astronautas puedan entrenarla en la Tierra, “cuanto más rápido gira, mayor es la carga G”, dijo el ex atleta.
“El astronauta está básicamente tumbado boca arriba en una especie de posición sentada, por lo que esto influye en el flujo sanguíneo, también en la pierna. Teníamos curiosidad por ver cómo le afectaría eso, pero salió muy bien“, comentó una vez terminada la prueba.
Para enfrentar la fuerza G, John tuvo que quitarse su prótesis, pero explicó que, de ir al espacio, necesitará varias de ellas y de diferentes tipos. Algunas deberán ser más pesadas, para adecuarse a la gravedad, otra deberá adaptarse al traje espacial, etc.
“Habría una prótesis para correr, un respaldo para la prótesis del microprocesador y luego está la mecánica, que probablemente habrá que llevar dentro del traje espacial para el lanzamiento y el regreso. Necesitaré un poco de guardarropa de prótesis”, añadió.
John McFall no irá al espacio pronto, pero los resultados del estudio mostrarán cuáles serían las adaptaciones que tendrían que hacer para incluir a astronautas con discapacidades físicas de este tipo y así, aprovechar sus talentos.
“Creemos que esta es una gran oportunidad porque tenemos muchos talentos fantásticos en personas que tienen una discapacidad, como vemos en el caso de John. ¿Por qué no deberíamos intentar aprovechar este talento para grandes misiones como las de astronautas?”, comentó Frank De Winne, director del Centro Europeo de Astronautas.