A finales de enero de este año, el instrumento Espectrorradiométrico de Imágenes de Media Resolución (MODIS, por sus siglas en inglés) del satélite Terra de la NASA capturó un extraño fenómeno circular sobre el Golfo de México, no tan lejos de la costa oeste de Florida, y como tiene un aspecto tan inusual y no se parece en nada a las nubes, algunos pensaron que se podría tratar de OVNIs o de otros fenómenos anómalos sin explicación científica.
Sin embargo, se trata de algo conocido: nubes cavum (también llamadas nubes perforadas o con agujero).
Son formadas por el paso de aviones
Las nubes cavum son tan grandes que se pueden ver desde la tierra o desde el espacio. Los científicos llevan desde 1940 documentándolas, pero recién hace 15 años se logró encontrar una explicación sobre cómo se forman.
Estas nubes circulares con un agujero en el medio son causadas por “aviones que se desplazan a través de bancos de nubes altocúmulos”, dice el comunicado explicativo de la NASA.
El “superenfriamiento” de las nubes
Las nubes cavum no tienen las mismas características que las nubes normales. Estas se componen de gotas de agua líquida “superenfriadas”, que incluso permanecen con esa forma a temperaturas más bajas del punto de congelación típico del agua (0 grados celsius).
“El superenfriamiento puede sonar exótico, pero ocurre de forma rutinaria en la atmósfera terrestre”, afirma el reporte de la NASA.
“Los altocúmulos, que cubren aproximadamente el 8% de la superficie terrestre en un momento dado, están compuestos en su mayor parte por gotas de agua líquida sobre enfriadas a una temperatura de unos -15 °C”, agrega.
Este enfriamiento intenso solo es posible “cuando las gotas de agua son excepcionalmente puras y carecen de partículas como polvo, esporas de hongos, polen o bacterias, alrededor de las cuales suelen formarse cristales de hielo”.
Cómo se producen las nubes cavum
Cuando las alas y las turbinas de los aviones cruzan las nubes, ocurre un proceso llamado expansión adiabática, que enfría el agua otros 20 grados Celsius o más, llevando las gotas líquidas a su punto de congelación.
Estos cristales de hielo, llamados virga, aumentan de peso y comienzan a caer del cielo, dejando un agujero en las nubes.
Según el informe de la NASA, cualquier avión que cruce las nubes en un ángulo poco profundo puede provocar este fenómeno. Por lo demás, como cada día salen más de 1.000 desde el aeropuerto de Miami, es muy probable que las nubes cavum se produzcan en la zona cuando existan las condiciones atmosféricas necesarias.
El satélite Terra está diseñado para estudiar los cambios en la atmósfera terrestre y los efectos del cambio climático. Los científicos utilizan los datos recogidos por el satélite para cartografiar el impacto de la actividad humana y las catástrofes naturales.