Un equipo de investigadores japoneses diseñaron un robot para combatir incendios inspirado en los dragones voladores. Tiene una manguera de 4 metros de largo que puede cambiar de forma y es manejable a distancia.
Los detalles de este prototipo, llamado “Dragon Firefighter” (bombero dragón en español), se publican en la revista Frontiers in Robotics and AI, en un artículo firmado, entre otros, por científicos de la Universidad de Osaka y la de Tohoku.
“Imagina un dragón volador que no lanza fuego, sino que lo apaga con ráfagas de agua“, resume la revista. El objetivo es ayudar a extinguir incendios que son demasiado peligrosos para que los humanos se acerquen.
¿Cómo funciona el robot para combatir incendios?
La manguera se propulsa hacia arriba, “volando” a dos metros del suelo mediante ocho chorros de agua controlables que brotan de su centro y su cabeza. Esta puede cambiar de forma y orientarse hacia las llamas, dirigida por una unidad de control en un carro.
Este está conectado a través de un tubo de suministro a un camión de bomberos con un depósito de agua de 14.000 litros.
Las boquillas lanzan agua a una velocidad de 6,6 litros por segundo. En la punta de la manguera hay una cámara convencional y otra de imagen térmica, que ayudan a localizar el lugar del incendio.
El Dragon Firefighter recibió su bautismo en la ceremonia de apertura de una cumbre mundial de robots celebrada en septiembre de 2021 en Fukushima.
Allí apagó con éxito la llama ceremonial, formada por bolas de fuego encendidas por otro robot, a una distancia de cuatro metros.
Además de detallar su diseño, el reciente estudio analiza también las lecciones aprendidas durante esta primera demostración de las capacidades del Dragon, y de especificar las mejoras introducidas desde entonces.
No obstante, todavía es un prototipo. “Calculamos que tardaremos unos diez años más en desplegar nuestro robot en escenarios reales de lucha contra incendios”, afirma el investigador Yuichi Ambe, quien añade que el principal reto será ampliar su alcance más allá de los 10 metros.
La revista en la que se publican los pormenores del proyecto es de ciencia abierta, así que expertos de todo el mundo pueden utilizar libremente los planos para construir sus propios ‘robots bomberos’ en beneficio de todos, aseguran los autores en un comunicado.