Esta semana, se reportó la primera vez que los científicos lograron recuperar el ARN de un animal extinto y se trató del tigre de Tasmania, que se desapareció definitivamente hace más de 80 años y ahora buscan revivir.
Recordemos que el último tigre de Tasmania murió en 1936, en el zoológico de Beaumaris en Hobart, Tasmania, concluyendo en la extinción de esta especie. Sin embargo, había comenzado a desaparecer mucho antes, quedando algunos ejemplares únicamente en la isla australiana.
Ahora, a través de los tejidos de un ejemplar disecado de unos 130 años, que se encontraba en el Museo Sueco de Historia Natural en Estocolmoque, los científicos pudieron extraer material genético y así analizarlo para recuperar el ARN de esta especie.
¿Para qué sirve recuperar el ARN de un tigre de Tasmania?
“El ARN te da la oportunidad de recorrer la célula, los tejidos y encontrar la biología real que se ha preservado en el tiempo para ese animal, la especie de tilacino, justo antes de que muriera”, explicó a CNN, el autor principal del estudio, Emilio Mármol Sánchez, también biólogo computacional en el Centro de Paleogenética y SciLifeLab en Suecia.
Pero más allá de ello, tener estos estudios ayuda a comprender la genética de este animal y así aportar a los esfuerzos que se están realizando desde otros países para traer de vuelta a esta especie.
De hecho, actualmente existe un Laboratorio de Investigación de Restauración Genética Integrada del Tilacino (TIGRR), que trabaja especialmente en esfuerzos para “revivir” al tigre de Tasmania y reinsertarlo en su hábitat natural.
Además, este logro es de suma importancia para la ciencia. Cabe señalar que en 2019 se secuenció el ARN un lobo de 14.300 años que estaba preservado en permafrost, pero ahora es la primera vez que se consigue esto con un animal ya extinto.
El científico que lideró el estudio, publicado en la revista Genome Research, también apuntó que esta sería una de las primeras “pruebas de concepto” y sentará la bases para que el modelo se aplique a otros animales extintos mucho más antiguos, como el mamut, por ejemplo.