Un insólito hallazgo realizó recientemente un niño de 13 años mientras buscaba fósiles con su padre en las costas de Essex, Reino Unido. Se trata de un diente de 10 centímetros que correspondería a una antigua especie de tiburón gigante conocida como “megalodón”.
De acuerdo con BBC News, el joven identificado como Ben, descubrió esta pieza dental debajo de unas rocas de la playa Walton-on-the-Naze el pasado viernes. Su padre, Jason, mencionó al medio que, en cuanto lo vio supo que era especial y agregó que se trata de un “hallazgo raro”.
“Podíamos ver el borde, sobresaliendo, y Ben supo de inmediato que era algo y lo sacó de la arena“, describió el mayor. Ben por su parte, dijo que quiere ser paleontólogo cuando crezca.
Después de rescatar el fósil, padre e hijo llevaron la pieza al Discovery Center de Essex Wildlife Trust, donde los expertos confirmaron que efectivamente se trata de un diente de megalodón.
Allí puntualizaron que podría tener entre 20 y 3,6 millones de años de antigüedad. Además, Ben y Jason se enteraron de que anteriormente habían encontrado piezas dentales de megalodón en la zona, pero sólo fragmentos.
Un diente de megalodón es clave para conocer su existencia
Cabe recordar que el megalodón es una criatura prehistórica extinta que vivió hace unos 20 millones de años y se considera uno de los depredadores más poderosos de la Tierra.
Si bien, rondan muchos mitos sobre este animal que apuntan a tamaños gigantescos y que incluso han llegado al cine con distintas interpretaciones, los científicos sugieren que el megalodón en realidad es una versión más grande del tiburón blanco, el tiburón peregrino o el tiburón tigre.
El tiburón blanco actual, por ejemplo, es el más grande que existe hoy en el planeta y puede llegar a medir hasta 5 metros, tamaño que no es menor, pero no se compara con los 22 metros del tiburón de la película Megalodón de Jon Turteltaub, estrenada en 2018.
Pese a ello existen estimaciones que rondan los 10,5 metros hasta los 18, aunque no hay suficientes pruebas al momento que confirmen del todo su inmenso tamaño.
De hecho, la mayoría de estas estimaciones provienen del tamaño de sus dientes, que son las piezas fósiles que normalmente se encuentran de este animal.