La zona crepuscular (200 a 1.000 metros de profundidad) recibe muy poca luz, pero alberga una gran variedad de organismos y miles de millones de toneladas de materia orgánica, que ahora están en riesgo.

La vida en la “zona crepuscular” del océano podría disminuir drásticamente, del 20 al 40 por ciento para final de siglo, debido al cambio climático, sugiere una nueva investigación publicada en Nature.

El estudio advierte que en un futuro con altas emisiones, la vida en la zona crepuscular podría agotarse severamente dentro de 150 años, sin recuperación durante miles de años.

“Todavía sabemos relativamente poco sobre la zona crepuscular del océano, pero usando evidencia del pasado podemos entender lo que puede suceder en el futuro”, dijo en un comunicado la Dra. Katherine Crichton, de la Universidad de Exeter y autora principal del estudio.

El equipo de investigación, compuesto por paleontólogos y modeladores oceánicos, observó cuán abundante era la vida en la zona crepuscular en climas cálidos pasados, utilizando registros de conchas microscópicas conservadas en sedimentos oceánicos.

“Observamos dos períodos cálidos en el pasado de la Tierra, hace unos 50 millones de años y hace 15 millones de años”, dijo el profesor Paul Pearson de la Universidad de Cardiff, quien dirigió la investigación.

“Descubrimos que la zona crepuscular no siempre fue un hábitat rico y lleno de vida. En estos períodos cálidos, vivían muchos menos organismos en la zona crepuscular, porque llegaba mucha menos comida de las aguas superficiales“.

Un problema para la vida en la “zona crepuscular” del océano

Los animales en la zona crepuscular se alimentan principalmente de partículas de materia orgánica que se han hundido desde la superficie del océano.

El estudio mostró que en los mares más cálidos del pasado, esta materia orgánica se degradaba mucho más rápido por las bacterias, lo que significaba que llegaba menos comida a la zona crepuscular.

“La rica variedad de vida en la zona crepuscular evolucionó en los últimos millones de años, cuando las aguas del océano se habían enfriado lo suficiente como para actuar como un refrigerador, conservando los alimentos por más tiempo y mejorando las condiciones que permitían que la vida prosperara”, dijo el Dr. Crichton.

Esto llevó a los investigadores a preguntarse qué pasará con la vida en la zona crepuscular en un mundo futuro más cálido.

Combinando la evidencia de períodos cálidos pasados con simulaciones del Modelo del Sistema Terrestre, simularon lo que podría estar sucediendo ahora en la zona crepuscular y lo que podría suceder en las próximas décadas, siglos y milenios debido al calentamiento climático impulsado por las emisiones de gases de efecto invernadero.

“Nuestros hallazgos sugieren que es posible que ya se estén produciendo cambios significativos“, continuó el Dr. Crichton. “A menos que reduzcamos rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto podría conducir a la desaparición o extinción de gran parte de la vida en la zona crepuscular dentro de 150 años, con efectos que se extenderán por milenios a partir de entonces.

“Incluso un futuro con bajas emisiones puede tener un impacto significativo, pero eso sería mucho menos severo que los escenarios de emisiones medias y altas. Nuestro estudio es un primer paso para descubrir qué tan vulnerable puede ser este hábitat oceánico al calentamiento climático”.

Menos emisiones podrían marcar la diferencia

Los tres escenarios de emisiones del estudio se basan en las emisiones totales de dióxido de carbono después de 2010. “Bajo” es 625.000 millones de toneladas, “medio” es 2,5 billones de toneladas y “alto” es 5 billones de toneladas.

Por contexto, el Presupuesto Global de Carbono (dirigido por la Universidad de Exeter) estimó las emisiones globales totales de dióxido de carbono de 40.600 millones de toneladas solo en 2022.

Las emisiones han estado cerca de los 40.000 millones de toneladas cada año entre 2010 y 2022, por lo que la mayor parte del dióxido de carbono (alrededor de 500.000 millones de toneladas) para el escenario “bajo” del estudio ya se ha emitido.

Al ritmo actual, el escenario “medio” se alcanzaría dentro de 50 años, y el “alto” en poco más de un siglo.

El doctor Jamie Wilson, de la Universidad de Liverpool, dijo: “La zona crepuscular juega un papel importante en el ciclo del carbono del océano porque la mayor parte del dióxido de carbono absorbido por el fitoplancton termina allí cuando sus restos se hunden desde la superficie del océano.

“Uno de los desafíos de predecir cómo podría cambiar este movimiento de carbono en el futuro es que hay muchos procesos para desentrañar en el océano moderno. Al mirar hacia atrás en la zona crepuscular en períodos cálidos pasados, podemos identificar los procesos más importantes y usarlos para predecir el futuro. Descubrimos que este ciclo natural del carbono probablemente ya está cambiando y puede verse perturbado en el futuro“, agregó.

Para aumentar nuestro conocimiento sobre la zona de penumbra del océano, se ha establecido un programa de la ONU (JETZON). “Se entiende mal desde casi cualquier perspectiva. Sin embargo, contiene posiblemente la población de peces más grande y menos explotada del mundo y recicla alrededor de un 80% del material orgánico que se hunde de las aguas superficiales productivas”, concluyó.