Tras analizar huesos encontrados en 1987, paleontólogos descubrieron que el tamaño de los fósiles sugiere la existencia de un animal con el cuello más largo descubierto a la fecha.
Un peculiar saurópodo, dinosaurio que vagaba en la actual China al final del Jurásico hace 160 millones de años, puede haber tenido el cuello más largo de todos los dinosaurios conocidos.
Los saurópodos son bien conocidos por sus cuellos largos, pero Mamenchisaurus sinocanadorum, cuyos fósiles fueron objeto de una pormenorizada investigación 36 años después de su descubrimiento, se elevaba sobre el paisaje con un cuello anormalmente largo que medía hasta 15 metros.
A pesar de esta característica récord, Mamenchisaurus sinocanadorum está lejos de ser el dinosaurio más grande jamás descubierto debido a su cola y cuerpo relativamente pequeños. Los científicos están tratando de entender por qué este dinosaurio pudo haber tenido un cuello tan excepcionalmente largo.
El profesor Paul Barrett, experto en dinosaurios del Natural History Museum y autor del estudio, dijo que “parece que estos cuellos probablemente tenían que ver con una alimentación mejorada como en otros saurópodos, pero podría haber tenido más de un papel”.
“También podría haber tenido que ver con la exhibición sexual o utilizado para competencias de golpes en el cuello entre machos que pelean por parejas y territorio, similar a cómo se comportan las jirafas hoy en día. Pero no podemos decirlo con certeza. En este punto, es pura especulación como por qué desarrollaron cuellos de esta longitud”, agregó el científico sobre su estudio, que fue publicado en el Journal of Systematic Paleontology.
¿Estrategia de alimentación?
Los saurópodos son un grupo de dinosaurios herbívoros muy grandes conocidos por sus cuellos y colas excepcionalmente largos. Los miembros notables de este grupo incluyen Diplodocus, Brachiosaurus y el colosal Patagotitan, uno de los animales más grandes que jamás haya existido.
Los científicos creen que los saurópodos desarrollaron cuellos largos como parte de su estrategia de alimentación, lo que les permite consumir una gran cantidad de alimentos en el área inmediata a su alrededor sin gastar demasiada energía en moverse.
Quedan dudas sobre cómo las extrañas proporciones del Mamenchisaurus sinocanadorum le permitieron desenvolverse. “Realmente no tenemos idea de cómo habría funcionado mecánicamente ese animal”, comentó Barrett. “Se necesitarían muchos músculos para sostener un cuello de ese tamaño, y luego está la cuestión de cómo lleva el aire a los pulmones y vuelve a subir”, resaltó.
Teoría del apareamiento
Asimismo, añadió, esto podría respaldar la teoría “de que estos cuellos fueron una característica seleccionada sexualmente donde solo los dinosaurios más fuertes y aptos que pudieron sostener estos cuellos gigantes en exhibiciones impresionantes pudieron aparearse”.
Solo se ha encontrado un espécimen de Mamenchisauridae sinocanadorum. Es un esqueleto incompleto que consiste en el extremo frontal del cuello, que incluye una costilla impresionante y algunos huesos del cráneo, incluida la mandíbula inferior.
La falta de un esqueleto completo dificultó que los científicos tuvieran una idea del tamaño total de este dinosaurio, y requirieron otro esqueleto de saurópodo mejor conservado para comparar.
Largos, pero no los más largos
“Los Mamenchisaurus sinocanadorum pueden ser los saurópodos con los cuellos más largos descubiertos a la fecha, pero es probable que los haya habido más grandes y largos rondando el Jurásico tardío de lo que actualmente es China”, acotó el paleontólogo de la Universidad de Stony Brook en Nueva York ante The Guardian.
Añadió que “a menos que estemos dispuestos a creer que descubrimos el espécimen de saurópodo más largo que jamás ha existido, nuestra suposición predeterminada debería siempre ser que hay animales más grandes por ahí. Sólo podemos esperar que algunos de esos titanes se fosilizaron, y están esperando a ser descubiertos por paleontólogos”.
Asimismo, recalcó que algo fascinante sobre los saurópodos es la ligereza que pudo tener la estructura de sus huesos: “Como sus primos vivientes, las aves, los saurópodos tenían un pulmón capaz de invadir el hueso y reemplazar la médula ósea y el tejido óseo pesado con espacio aéreo. Una construcción tan liviana habría sido fundamental para aligerar los gigantescos cuellos de los saurópodos más grandes”.