El insecto habitó en bosques de araucarias en Asia de hace 100 millones de años y podría tener especies familiares en Chile.
Un inesperado descubrimiento se dio en manos de Eduardo Faúndez Peña, académico de la Universidad de Magallanes (UMAG), y doctor en Entomología de la Universidad Estatal de Dakota del Norte (Estados Unidos), quien descubrió la chiche de ojos grandes más antigua del planeta.
Faúndez, que también es experto en estudios de chinches realizaba una investigación en Chile cuando se topó con este insecto, que lo sorprendió por el tamaño de sus ojos. El estudio fue publicado en Palaeobiodiversity and Palaeoenvironments.
Todo partió cuando el académico compró un lote de material de ámbar descartado de minas de Myanmar (Birmania), donde usualmente se encuentran fósiles de insectos conservados en ámbar que no son de importancia para quienes extraen este mineral.
Faúndez adquirió estas piezas en busca de poder investigar ancestros de los chinches subantárticos en los bosques de araucaria, árbol que también creció en el país asiático durante la época de los dinosaurios.
El sorpresivo encuentro de una chinche de ojos grandes
En conversación con La Tercera, el investigador detalló que estas búsquedas se hacen en Myanmar debido a la presencia de araucarias, similares a la de Chile, que existieron en la zona hace aproximadamente 100 millones de años.
“Pasa mucho que el ámbar de esa zona se vende para joyería o cosas así. Prácticamente, casi lo desechan y a veces lo venden por lotes para educación. Entonces, uno compra un lote y no sabe lo que va a venir”, comentó.
Fue en una de estas piezas, del tamaño de una moneda, que encontró al chinche fosilizado. Según detalla tenía un tamaño similar a las chinches modernas, aunque sus ojos eran más grandes de lo común.
Para confirmar su hallazgo además se reunió con especialistas como el Dr. Péter Kóbor, del Departamento de Zoología del Centro para Investigación en Agricultura de Hungría; y el Dr. Marcos Roca-Cusachs, del Departamento de Biología Evolutiva en la Universidad de Barcelona, España.
Tras varios análisis, concluyeron que se trataba de un insecto proveniente de la familia de chinches subantárticos en los bosques de araucaria, cuyos restos datan de hace 99 millones de años.
Esta además sería una especie de “prima lejana” de la chinche de las camas que se conoce hoy en día, sumándose a las 50 mil especies de chinches ya conocidas y siendo hasta ahora la más antigua del planeta.
Faúndez incluso ya tiene planes para esta chinche: “Quiero revisar la presencia de esta familia en Chile. Hay dos especies bien conocidas y una dudosa. También quiero mostrar los bosques de araucaria, a ver si encuentro algún fósil más ancestral que esté relacionado con este otro”, explicó.
Y sobre el paradero de este fósil detalló que “por cosas de la vida, ahora quedará en la Colección Paleoentomológica del Instituto de la Patagonia, Universidad de Magallanes, con fines educativos y de investigación”.