Un grupo de científicos de la Estación Biológica de Doñana-CSIC de España aplicaron una nueva metodología en murciélagos que abre la puerta a estudiar cómo se comportan las infecciones de los virus. Los resultados podrían esclarecer las propiedades únicas de estos animales gracias a su respuesta contra el envejecimiento y el cáncer.
Los hallazgos del equipo de la EBD-CSIC, en colaboración con un grupo adscrito al Hospital de Monte Sinaí de Nueva York liderado por los investigadores Thomas Zwaka y Adolfo García-Sastre, fueron publicados en la revista Cell. Según este último, “el hallazgo más extraordinario ha sido la presencia de grandes vesículas en las células madre de murciélago llenas de virus pertenecientes a las principales familias virales, incluidos los coronavirus, sin comprometer la capacidad de las células para proliferar y crecer”.
Además, señala que “esto podría sugerir un nuevo paradigma para la tolerancia a los virus, así como una relación simbiótica entre los murciélagos y los virus, o si los virus están sirviendo como agentes y editores en aspectos de la biología del huésped de manera que lleguen a influir sus patrones evolutivos”.
Por su parte, los investigadores de la Estación Biológica de Doñana, Juste e Ibáñez, dicen esperar que “los murciélagos, injustamente denostados socialmente, nos ayuden a comprender y utilizar los mecanismos especiales de tolerancia a las infecciones virales que ellos han desarrollado, y su respuesta a las tácticas empleadas por los virus para evadir el sistema inmunológico” en nuestra propia respuesta a las infecciones víricas.
Hasta ahora, recuerda la Agencia SINC, no existían modelos celulares fiables para estudiar la biología de los murciélagos o sus respuestas a las infecciones virales, lo que dificultaba la comprensión de sus adaptaciones genómicas.
La nueva metodología desarrollada en permitió obtener células pluripotentes inducidas a partir de las muestras de tejidos del murciélago de herradura grande (Rhinolophus ferrumequinum) proporcionadas por el equipo del CSIC. Esta especie se seleccionó porque pertenece a un grupo de murciélagos que es típicamente portador asintomático de coronavirus, incluyendo algunos estrechamente relacionados con el SARS-CoV-2.
Estudios limitados
Entender aspectos cruciales y únicos de la vida de estos animales ha estado limitado hasta el momento por la ausencia de modelos celulares de estudio. Pero esta nueva metodología ha puesto de manifiesto la estrecha relación evolutiva entre murciélagos y virus. De hecho, abre la puerta a estudiar cómo los virus sobreviven, se propagan y evaden el sistema inmunitario a través de adaptaciones moleculares a sus huéspedes.
Este hallazgo también puede arrojar luz sobre las propiedades únicas de los murciélagos que subyacen a su notable respuesta contra el envejecimiento y el cáncer.
A partir de los inventarios de refugios realizados en colaboración con la Junta de Andalucía, los investigadores Javier Juste y Carlos Ibáñez, de la EBD-CSIC, seleccionaron la especie murciélago grande de herradura (Rhinolophus ferrumequinum) como colonia más adecuada para el estudio.
Con la colaboración de distintas instituciones, se consiguió la obtención de muestras y envío del material base del estudio en un tiempo récord, a pesar de las dificultades extremas del confinamiento en la primera fase de la pandemia de covid-19.
“Nuestro estudio sugiere que los murciélagos han desarrollado mecanismos para tolerar una gran cantidad de secuencias virales, y pueden tener una relación más estrecha con los virus de lo que se pensaba anteriormente“, afirma Zwaka.
“Esto adquiere una nueva relevancia dado que se ha demostrado que muchas especies de murciélagos toleran y sobreviven a grupos de virus que tienen altas tasas de mortalidad en humanos. La razón podría ser una modulación de la respuesta inmune innata de los murciélagos, que los convierte en huéspedes asintomáticos y tolerantes de virus”, añade.