Un nuevo estudio da cuenta de la presencia de marcadores de Alzheimer en cerebros de delfines que murieron varados en las playas.
Biólogos de la Universidad de Leiden, en Países Bajos, investigaron los cerebros de delfines que murieron varados en playas y allí identificaron signos de Alzheimer en 3 especies diferentes, de los 22 ejemplares analizados.
Esta no sería la primera vez que se habla de Alzheimer en delfines, puesto que estudios anteriores también dan cuenta de la evidencia de esta enfermedad en sus cerebros. Sin embargo, esta vez los expertos plantean que podría ser causante de los varamientos en esta especie y otros cetáceos.
Además, este descubrimiento podría ser la prueba irrefutable de que el Alzheimer también afecta a algunos animales. “Nuestros hallazgos responden a esta pregunta, ya que muestra que la posible patología asociada a la demencia no solo se observa en pacientes humanos”, dice el estudio.
¿Cómo descubrieron Alzheimer en delfines?
Para el estudio en particular, se analizaron muestras de 22 delfines que murieron varados, y de ellos, 3 presentaron marcadores de Alzheimer en sus cerebros. Estos fueron placas de beta-amiloide y tau hiperfosforilada, características de la enfermedad.
Los delfines afectados corresponden a un delfín calderón común (Globicephala melas), un delfín de hocico blanco (Lagenorhynchus albirostris) y un delfín mular (Tursiops truncatus).
Además, estos delfines también mostraron signos de una edad avanzada, como dientes desgastados y debilitamiento en los tejidos cerebrales. Y es que la vejez es cuando los humanos que padecen Alzheimer comienzan a mostrar síntomas.
Asimismo, las áreas del cerebro donde encontraron los marcadores, coincidían con las ubicaciones donde el Alzheimer se detecta en los humanos.
Lo único que faltó para definir el estudio en su totalidad, fue comprobar el comportamiento de estos delfines. Sin embargo, al haber fallecido fue imposible esta tarea.
Por ahora, los expertos teorizan que delfines con Alzheimer podrían mostrar comportamientos confusos y desorientación, guiando a sus grupos a las costas, donde terminarían estancados, originando los varamientos masivos en las playas.
Aunque, al mismo tiempo, existen casos de delfines que vararon presentando signos de otras enfermedades, lesiones o presencias de plásticos en sus estómagos, que terminaron por enfermarlos y arrastrarlos a la orilla del océano.