La nao Vitoria, fue la primera embarcación en dar la vuelta al mundo. Según la historia se hundió en el mar por el año 1580, sin embargo, un investigador obtuvo pruebas que descartan esta hipótesis.
La nao Victoria, el barco que dio la primera vuelta al mundo, se llamó siempre “Vitoria” y la “c” se le añadió, como un cultismo, al dejar constancia de la hazaña en latín, según el historiador Ramón Jiménez Fraile. En un reciente estudio que presenta este viernes en Sevilla (España) aclara también los orígenes familiares de Fernando de Magallanes, el primero que dirigió la embarcación.
Magallanes era descendiente del linaje portugués de los Pimentel, familia considerada traidora en Portugal por haberse pasado a Castilla. Su madre llevaba el apellido Mezquita, reservado a los conversos, dos cuestiones que Jiménez Fraile ha contrastado en fuentes históricas primarias.
De tales hallazgos ha dejado constancia en “La ‘Vitoria’ de Magallanes. El lado insólito de la primera vuelta al mundo” (Universo de Letras). Un volumen de medio millar de páginas en el que también da cuenta de otro hallazgo.
Se trata de un documento histórico de finales del XVI conservado en California (Estados Unidos) que recoge un testimonio anónimo que afirma que la nao Victoria se hallaba en las Atarazanas de Sevilla -antiguos astilleros- en 1580.
Esa fecha y ese testimonio contradicen la única fuente histórica sobre el final de la embarcación, según la cual se hundió en el mar en fecha anterior a esa de 1580.
Pero según el documento hallado por Jiménez Fraile, estaba siendo desmontada en el astillero sevillano para utilizar sus maderas en la construcción de otras embarcaciones.
Un investigador aclara los orígenes de Magallanes y la vida de la nao "Vitoria".
Por Alfredo Valenzuelahttps://t.co/nwSeZvev4J pic.twitter.com/u3iNaSU9To
— EFE Noticias (@EFEnoticias) September 2, 2022
Los orígenes del primer hombre que dirigió la nao Vitoria
Según el historiador, los Pimentel traicionaron a Portugal para ponerse del lado de Castilla en la época de la batalla de Aljubarrota, a finales del XIV.
Esto unido, al apellido Mezquita que llevaba su madre, constituyó el “secreto inconfesable” del que sería capitán de la Armada de la Especiería, de cuyo final de trayecto se celebrará la semana próxima el quinto centenario.
Magallanes partió en 1519 con 240 hombres y en septiembre de 1522 regresó como capitán el español Juan Sebastián Elcano y con solo 18 compañeros.
Aunque, al regreso, en Sanlúcar de Barrameda y en Sevilla (sur de España), fueron algunos más los que realmente desembarcaron, ya que nadie cuenta -observa Jiménez Fraile- a los tres indígenas que trajeron.
¿Cómo se llegó a esta conclusión?
Jiménez Fraile halló el vínculo de Magallanes con los Pimentel portugueses en el manuscrito de ocho páginas de la biografía que sobre el navegante. Así escribió en 1622 Manuel Severim de Faria.
El manuscrito de la biografía sobre Magallanes de Severim de Faria, cronista erudito que fue estudioso de los linajes portugueses, considerado como el primer periodista de Portugal por unos “Almanaques” en los que recogía anualmente los principales acontecimientos, se conserva en Lisboa en el Archivo Nacional de la Torre de Tombo.
Allí lo encontró Jiménez Fraile, quien ahora lleva una copia fotográfica junto a otra fotografía de la carta que Juan Sebastián Elcano le escribió al emperador Carlos V el 6 de septiembre de 1522. El martes próximo se cumplirán cinco siglos, dejando constancia de que se halla en la nao “Vitoria” y que había llegado a Sanlúcar de Barrameda.
Para el historiador, las celebraciones de este quinto centenario “no han cuidado el relato”. Pues es preciso un mayor respeto por la Historia y, en este caso, destacar que se trató de “una aventura ibérica, algo que debería unir más a España y Portugal”.