Este domingo se espera que los restos del cohete chino Long March 5B, entren a la atmósfera terrestre. Estos fragmentos acabaron acaparando la atención pública luego de que la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA por sus siglas en inglés), alertara esta semana que aquellas piezas podrían afectar al espacio aéreo del sur de Europa.
Sin embargo, este sábado se aseguró que, de acuerdo a lo estudiado de su trayectoria actual, “es prácticamente nula y casi se puede descartar” la probabilidad de que caigan en Europa, el Mediterráneo o el archipiélago atlántico español de las Canarias, en caso de que algún fragmento sobreviviera a la reentrada en la atmósfera terrestre.
“De acuerdo con los últimos datos disponibles, actualmente no existe ninguna órbita que indique que los restos del cohete chino podrían caer en suelo europeo”, indicó a EFE Jorge Lomba, jefe del departamento de Espacio del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI).
Según los últimos datos de que dispone este experto español, los restos del cohete estarían este sábado muy próximos a impactar con el escudo de la atmósfera y se situarían “por debajo de los 200 kilómetros de altura”.
El futuro de los restos del cohete chino que caen sin control
Lo más probable, explicó Lomba, es que el cohete se desintegre en su mayor parte cuando entre en la atmósfera, pero aseguró que la trayectoria del aparato apunta a que los restos -en caso de haberlos- caerían en latitudes más bajas que las de Europa y es más posible que se precipiten sobre el océano que sobre tierra firme.
El cohete chino, que despegó el pasado 24 de julio de la isla de Hainan y tenía como objetivo transportar un módulo a la estación espacial orbital china, la “Tiangong”, está dando vueltas a la Tierra.
En las últimas horas, la cancillería china aseguró que las probabilidades de que el Long March 5B (Larga Marcha 5B) cause daños tras su caída a la Tierra son “extremadamente bajas” y advirtió de que “en su etapa final, el cohete vuelve a entrar en la atmósfera y allí la mayoría de sus componentes serán destruidos”.
En mayo del año pasado, otro cohete Larga Marcha 5B puso en alerta a los servicios de vigilancia de todo el mundo, pero terminó desintegrándose casi en su totalidad y los restos cayendo en el océano Índico, sin causar daños.
La alerta temprana en torno a la caída de fragmentos se debió a que, antes de caer, el cohete alcanzó a estar en órbita, por lo que a partir de allí los científicos ya no pudieron predecir donde sería la caída, puesto que se desvió de la ruta previamente calculada.
A través de Twitter, El Comando Especial de Estados Unidos confirmó que los restos de Long March 5B pudieron reingresar a la atmósfera a la altura del Océano Índico. Hasta el cierre de esta nota, se esperaba información sobre la posible dispersión de escombros y la ubicación exacta del impacto.