La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA por sus siglas en inglés), alertó este jueves de que los restos de un cohete chino que regresará a la atmósfera terrestre podrían afectar al espacio aéreo del sur de Europa.
Los expertos del servicio de Vigilancia y Rastreo Satelital de la Unión Europea (SST) han estimado que los restos del cohete volverán a entrar en la atmósfera entre el 30 y el 31 de julio. Así lo informó en un comunicado la EASA, con sede en Colonia (oeste de Alemania).
El SST ha pronosticado varias trayectorias posibles de reentrada de los restos del cohete, “una de las cuales podría afectar de modo potencial al espacio aéreo del sur de Europa”.
La EASA recomienda que las autoridades nacionales de aviación y los operadores aéreos controlen de manera regular las predicciones más recientes para adaptar sus evaluaciones de riesgos de acuerdo con la situación y la información disponible.
¿Qué pasó con el cohete chino?
El cohete se lanzó al espacio el pasado 24 de julio y su diseño y trayectoria estaban pensados para que cayera en alguna zona segura del océano como acostumbran este tipo de misiones. Esto porque los objetos aeroespaciales de ese tamaño no alcanzan la órbita.
En el caso de Long March 5B si alcanzó a estar en órbita, por lo que a partir de allí los científicos ya no pudieron predecir donde sería la caída, puesto que se desvió de la ruta previamente calculada.
Desde la Corporación Aeroespacial -que lleva el registro de la trayectoria del objeto en movimiento- señalan que lo que caería a la Tierra no será la totalidad del cohete, más bien hasta 9 toneladas de su masa.
“La regla general es que del 20 al 40 % de la masa de un objeto grande llegará al suelo, pero el número exacto depende del diseño del objeto. En este caso, esperaríamos entre cinco y nueve toneladas métricas“, explican.