Se trata de una erupción volcánica en la isla Hunga-Tonga que produjo la explosión atmosférica más grande de la historia y con ello, alertas de tsunami en diferentes países del océano pacífico. Ahora, investigadores de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) descubrieron su origen y lo que llevó al colapso del volcán Tonga.
Fue el pasado 15 de enero cuando ocurrió la erupción del cuerpo de lava submarino que alertó a gran parte del planeta. Y es que la explosión envió ondas de choque en todo el mundo, una columna de cenizas en la atmósfera superior y dejó la isla partida en dos.
En mayo de este año un grupo de científicos de la Universidad de Auckland, dirigido por Shane Cronin, tomaron la ardua misión de navegar sobre la caldera del volcán. Esta es la zona en la que se forma una depresión central cuando un volcán entra en erupción. Allí, mapearon su estructura.
¿Cuáles fueron las conclusiones?
Tras esta expedición, “descubrieron que la caldera de cuatro kilómetros de ancho había descendido en profundidad desde menos de 200 metros bajo el nivel del mar hasta más de 850 metros“, dice el artículo publicado en Nature.
Esto indica que, cuando el centro volcán se derrumbó, arrojó una enorme cantidad de magma que reaccionó violentamente con el agua. “El volcán produjo esta enorme caldera nueva”, dice Cronin.
Además, el estudio también estima que “se arrojaron unos 6,5 kilómetros cúbicos de roca. Aproximadamente el equivalente a una esfera tan ancha como el puente Golden Gate en San Francisco, California”.
La violenta explosión y los eventos posteriores a ella, se originaron “probablemente”, dice Cronin, por la repentina interacción entre grandes cantidades de magma y agua. “Tienes agua a 20 grados y magma a 1.110 grados entrando en contacto directo”, explicó.
Este diferencia de temperatura tan grande, significó que al momento en que ambos materiales hicieron contacto, se produjo la explosión. Este efecto si bien se produjo en Oceanía, envió olas a través del océano pacífico que significaron alertas de tsunami para varios países costeros de América, entre ellos Chile.
¿Fueron realmente peligrosas las alertas de tsunami producidas por la erupción del volcán Tonga?
En BioBio Chile, conversamos con Nicolás Pérez, más conocido como @nico.olasp en redes sociales, donde comparte contenido educativo desde sus conocimientos como biólogo marino y funcionario de Sernapesca. En la entrevista comentó los riesgos de una alerta de tsunami por erupción volcánica.
El mismo día del catastrófico evento, la Onemi decretó una alerta por ‘tsunami menor’ en la costa chilena. Esta alerta fue de suma importancia porque las zonas costeras del país en esa fecha estaban bien pobladas por turistas, sin embargo, pocos lo tomaron en serio.
“Es viable que haya un tsunami“, afirmó Nicolás. “Va a depender de varios factores realmente, la distancia es uno de ellos. Pero también va a depender de que tan grande es la explosión submarina”, agregó.
A ello sumó que, si bien no fueron olas peligrosas en este caso, si hubo efectos considerables. “En este caso no fueron olas destructivas las que llegaron a Chile, pero si subió el nivel del mar, si hubo gente que quedó atrapada en algún momento”, señaló.
Ese día, algunas personas quedaron atrapadas en muelles, en algunos puertos se recogió el mar y se exigió evacuación inmediata en algunas playas. Frente a esto, el experto señala que “no hay que bajarle el perfil, si te dan una señal preventiva de alerta hay que hacerle caso”.
“El tsunami es posible, uno no sabe realmente la magnitud de como fue ese evento, la explosión, como viene la ola o la altura que puede tener en la costa. Entonces siempre hay que hacer caso a lo que nos dicen las autoridades”, finalizó.