Durante las últimas semanas se han publicado diversas noticias sobre asteroides ‘potencialmente peligrosos’, llamaradas solares y otros eventos que podrían significar el fin del mundo. Sin embargo, no es más que parte de la desinformación y los titulares alarmantes.
Una tormenta solar no puede acabar con la vida en la Tierra y durante los próximos 200 años no se prevé que un asteroide de magnitudes catastróficas vaya a impactarnos. Incluso, es científicamente más probable que la humanidad acabe con su propia existencia en vez de un evento (u objeto) externo.
En BioBioChile, conversamos con Teresa Paneque, conocida en redes sociales por crear contenidos con el fin de educar sobre astronomía y los misterios del Cosmos.
Tere Paneque, además de influencer, es astrónoma, escritora y divulgadora científica. Publicó la serie de libros El universo según Carlota (1 y 2) y se graduó en Astronomía y Magíster en Astronomía de la Universidad de Chile. Además, actualmente es estudiante del Doctorado en Astronomía del Observatorio Europeo Austral en Alemania y también en la Universidad Leiden de Holanda.
Con ella, aclaramos varias de las inquietantes dudas que surgieron luego de dos semanas donde medios bombardearon a la humanidad con noticias sobre asteroides, el ciclo del Sol y conceptos que, a simple vista, son alarmantes y nos hacen pensar en el fin del mundo.
¿Es científicamente posible el fin del mundo?
“Existe una posibilidad ínfima de que algo pase, por su puesto que sí. Creemos que es estadísticamente posible que ocurra algún evento que destruya el planeta de aquí para mañana, no“, aseguró Paneque.
Cuando pensamos algo científicamente, dice Tere, hay que considerar todas las opciones y posibilidades. Expone el caso de la evolución del Sol, la estrella que se encuentra al centro de nuestro Sistema Solar, la mayor fuente de radiación electromagnética.
“En 5 mil millones de años más sabemos que nuestro Sol, que es una estrella amarilla, va a evolucionar. Va a aumentar su tamaño y va a crecer hasta ser una gigante roja. En ese momento el tamaño del Sol va a ser tan grande que va a alcanzar a llegar hasta la órbita del planeta Tierra y por ende esto sí lo destruiría“, explicó.
Sin embargo, y aunque esa es la opción más real para un ‘fin del mundo’, no es algo que pueda medirse en escalas humanas de tiempo. “Yo no te puedo decir esto va a pasar en 5.141 millones de años y exactamente a las 3 de la tarde, eso es algo que no sabemos”, señaló la astrónoma.
“Yo diría que ese es el evento que podría destruir el planeta, pero estadísticamente no va a pasar que nuestro planeta se va a destruir de un día para otro. Y hoy en día la verdad es que no hay ningún objeto gigantesco de dimensiones tales que pueda destruir nuestro planeta o que nos pueda impactar”, agregó
A ello sumó que “nuestro Sistema Solar, es un sistema planetario estable” y que en él no ocurren colisiones con otros objetos. “Hablar de la destrucción del planeta es algo muy potente, yo creo que la gente en general cuando piensa en eventos cataclismicos piensa que van a terminar con la vida humana y eso podría ser posible”.
Y es que no es lo mismo el fin del mundo a que se acabe la vida humana como la conocemos. Y aunque eso sí puede pasar, no ocurriría de la noche a la mañana. “Es posible cambiar las condiciones de la Tierra de tal manera que se vuelva inhabitable para nosotros“, aclaró. “Pero el planeta, la esfera de masa que está orbitando el Sol no va a ser destruido para nada”.
Asteroides potencialmente peligrosos
Fue durante la segunda quincena de abril, cuando comenzaron a publicarse las primeras notas sobre ‘asteroides potencialmente peligrosos’. Objetos del tamaño del Empire State que pasarían “cerca” de la Tierra anunciados por la NASA.
Y eso sí es real. La NASA, al igual que muchas otras agencias espaciales internacionales o institutos de investigación, monitorea contantemente los asteroides que podrían significar un riesgo para el planeta. Sin embargo, hay que plantearse ¿qué significa que un asteroide sea potencialmente peligroso? Y ¿bajo que criterios se les da esta caracterización?
“Los asteroides van a ser potencialmente peligrosos si es que son de gran tamaño y si están cerca de la Tierra. Estas son dos condiciones que se tiene que cumplir simultáneamente”, comenta la experta.
Los objetos que se consideran peligrosos se miden en ‘distancias lunares’. “La Luna está a 300 mil kilómetros de distancia y los objetos empiezan a aparecer dentro de la tabla de objetos cercanos a la Tierra, si es que están al menos a 5 distancias lunares”.
Esto significa que, para que un objeto se considere cercano, tendría que estar al menos a un 1,5 millones de kilómetros lejos de la Tierra. “Son objetos que pasan muy lejos y de hecho, en los próximos 100/200 años, no hay ningún aviso de algún objeto grande que vaya a tener un porcentaje estadísticamente significativo de poder impactar la Tierra”, aseguró.
Luego de conocer estos datos, es evidente que la posibilidad de un impacto que signifique el fin del mundo es demasiado baja. “Estamos hablando de menos de 1% de posibilidad de impacto“, añadió Paneque.
Llamaradas solares
Otras noticias alarmantes sobre el fin del mundo son alusivas al Sol. A principios de abril, algunos medios anunciaban una tormenta solar peligrosa llamada: Erupción Solar Caníbal.
Se leían titulares como “Erupción Solar Caníbal se dirige a la Tierra a más de 3 millones de km/h”. Sin embargo, este evento era inofensivo y solo nos permitiría ver algunas auroras boreales en Pensilvania, Iowa y Oregón. Así lo informó DW el 31 de marzo.
“El Sol tiene un ciclo magnético de aproximadamente 11 años y no, la actividad magnética del Sol no es peligrosa para la Tierra“, afirmó Tere Paneque.
“Nosotros tenemos no solamente una atmósfera, sino que también un campo magnético que nos protege de la eyección de partículas cargadas del Sol. De hecho, por eso vemos las auroras australes o las auroras boreales, por la interacción de partículas cargadas con nuestro campo magnético”, añadió.
Lo que si puede ocurrir, es que al momento de que se produzcan tormentas magnéticas (solares) habría problemas con las conexiones satelitales y las comunicaciones. “Eso es parte de los problemas a los que se tienen que enfrentar los satélites cuando están en órbita alrededor de la Tierra. Y fuera de esta protección que nos brinda aquí en la superficie nuestra atmósfera y nuestro campo magnético”.
¿Es posible que la NASA nos oculte información?
Tere Paneque se detiene un momento para comentar que, la NASA, no es la única agencia espacial que nos brinda valiosa información sobre el universo. “Hay muchos países que tienen programas espaciales y muchas agencias espaciales, por no decir que hay cientos de miles de institutos de investigación a lo largo del mundo”, señaló.
Y es que los mismos problemas que está tratando de resolver la NASA desde EE.UU, también los están tratando de resolver en otros países. Como la Agencia Espacial Europea (ESA); la Corporación Espacial Estatal de Rusia (Roscosmos); la Agencia Espacial Canadiense (CSA); la Administración Espacial Nacional de China (CNSA), entre muchas más.
“Los institutos de investigación pueden ocultar cierta información con fines de, por ejemplo, conferencias de prensa. Cuando dan anuncios de resultados grandes”, comenta Paneque. Además, hace hincapié en que todos los avances científicos de hoy en día, se hacen en equipos, no son una o dos personas, sino que son muchos involucrados.
Lo vimos incluso cuando se presentó ante la humanidad la primera imagen real de un agujero negro, para este proyecto participaron más de 200 científicos de todo el mundo. Este logro les tomó más de 10 años, pero nos lo enseñaron recién en 2019 y no una década antes, por ser un trabajo en proceso.
“La factibilidad de que haya una agencia de investigación, entre las cientos de miles que hay en el mundo, ocultando algún gran secreto en verdad no es algo factible, no es un escenario realista“.
El verdadero fin del mundo es el cambio climático
Desde BioBioChile, le preguntamos a Tere Paneque: ¿Qué es más probable: un apocalipsis por causas del espacio exterior o uno por causas de la Tierra?
“Absolutamente, un apocalipsis por parte de nosotros los humanos en la Tierra“, confirma la astrónoma. “Lo que aquí va a pasar es que nosotros los humanos vamos a lograr arruinar las cosas lo suficiente como para que el cambio climático haga inhabitable nuestro planeta”.
Como mencionaba Paneque anteriormente, la única forma de acabar con la vida en la Tierra es cambiando las condiciones climáticas que necesita la vida como la conocemos para sobrevivir. Así fue el caso de los dinosaurios.
“Finalmente, impactó un meteorito, se levantó una gran nube de polvo y eso afectó a la atmósfera y a las condiciones que tenían de vida los dinosaurios. Por eso se extinguieron, no fue en el momento del impacto, sino por las consecuencias posteriores”, aseguró.
Además, destacó la importancia que tiene la Tierra dentro de nuestro Sistema Solar. “El planeta Tierra es un oasis para la vida como la conocemos y para la vida humana. Un oasis que nosotros como humanidad estamos destruyendo, un oasis que debido al egoísmo y al capitalismo está siendo destrozado hoy en día”.
En la misma línea, comentó estar sorprendida por los esfuerzos e interés en el exterior. “A mí me sorprende mucho la tenacidad con la cual tratamos de prepararnos, explorar y protegernos frente a un universo que simplemente está ahí. Cuando lo que tenemos que estar haciendo es proteger la habitabilidad de nuestro planeta para nosotros los humanos”.
Es importante señalar que, si el planeta se volviera inhabitable, la vida podría volver a resurgir como lo hizo luego de la extinción de los dinosaurios. Esto porque existen varios organismos resistentes a condiciones extremas, no se extinguirían como el ser humano.
“Surgieron otras formas de vida, surgimos nosotros y eso es algo que a mi me parece muy fascinante sobre la Tierra. Tiene los componentes químicos como para que exista la vida, y la vida persevera, la vida surge”, dijo Paneque.
Para finalizar, reflexionó sobre la responsabilidad humana. “Desafortunadamente los humanos somos muy frágiles y nos empeñamos también en arruinarlo. Así que no hay que echarle la culpa al cosmos, hay que echarnos la culpa a nosotros mismos y a nuestras decisiones”, completó.