La oxibenzona es un componente común de los bloqueadores solares y clave para la protección de la piel, ya que funciona como absorbente y estabilizador de la luz ultravioleta. Sin embargo, y como ya estimaban los expertos, un estudio reciente publicado en la revista Science, confirmó que este elemento se vuelve tóxico bajo el mar.
Esto último, sería el resultado de un constante daño a los ecosistemas marinos que incluso, está decolorando los corales del fondo del océano. Las más afectadas son las anémonas.
Las anémonas son parientes cercanos del coral y la medusa, pasan la mayor parte de su vida aferradas a crustáceos o arrecifes y se alimentan de peces que van pasando, capturándolos con sus tentáculos venenosos. Porque sí, las anémonas son una especie urticante, atacan la piel y son carnívoras.
Los investigadores del estudio, descubrieron que esta especie marina, al contacto con la oxibenzona crea una reacción química que la convierte en una molécula dañina. La oxibenzona entonces, en lugar de bloquear la luz ultravioleta la activa, provocando el blanqueamiento e incluso la muerte de los corales.
“Esta vía metabólica, que está destinada a desintoxicar, en realidad está produciendo una toxina”, dice para la revista Nature, Djordje Vuckovic, ingeniero ambiental de la Universidad de Stanford en California, que formó parte del equipo de investigación.
“Convierten un protector solar en algo que es esencialmente lo opuesto a un protector solar”, agregó. Y es que la oxibenzona venía siendo controversial desde antes, cuando comenzaron a descubrirse sus primeros efectos en los ecosistemas marinos.
Otros efectos de la oxibenzona
Otros estudios anteriores a este, informaron que también puede dañar el ADN de los corales, interfiriendo con sus sistemas endocrinos y causando deformidades. Estos descubrimientos dieron pie a la prohibición del uso de bloqueadores solares con oxibenzona en algunas playas de lugares como Hawái, Palau y las Islas Vírgenes en EE.UU.
A pesar de ello, en el estudio señalan la poca investigación que existe a la fecha sobre los efectos potencialmente tóxicos sobre algunas sustancias que componen a los bloqueadores solares. “Es importante rastrear no solo el compuesto original, sino también estos compuestos transformados que pueden ser tóxicos”, dice el estudio.
Se añade que, “desde un punto de vista regulatorio, tenemos muy poca comprensión de qué productos transformados existen y sus efectos en el medio ambiente”.
Además, estas toxinas llevadas por los humanos al océano, no son lo único que ponen en peligro este ecosistema acuático. También existen los factores del cambio climático. Esto último incluye a la acidificación de los océanos, contaminación costera y pesca excesiva.