Elpasado jueves la Agencia Espacial Europea anunció que no volverá a colaborar con Rusia en futuras misiones a la Luna. La decisión contempla las misiones Luna 25, 26 y 27 que se llevarían a cabo en cooperación con la Agencia Espacial Roscosmos de Moscú.
“La agresión rusa contra Ucrania y las sanciones resultantes representan un cambio fundamental de circunstancias y hacen imposible que la ESA implemente la cooperación lunar planificada.” dice el comunicado publicado en la web oficial.
Solo hace algunas semanas, ya se había cancelado una de las misiones más importantes en colaboración con Rusia, el proyecto ExoMars. Este consistía en investigar la existencia de vida marciana en el pasado de Marte.
Sin embargo, no se descartó la posibilidad de llevar a cabo esta misión con otros socios que reemplazarán al Roscosmos. La ESA enfatiza en su compromiso con las misiones “La ciencia y la tecnología de la ESA para estas misiones sigue siendo de vital importancia.”
¿Cuáles son las consecuencias?
Una de las consecuencias de esta ruptura es la pérdida de los cohetes Proton proporcionados por el Roscosmos. Es por ello que se elaborará un estudio industrial para definir mejor las opciones y retomar las misiones lo antes posible.
Por otro lado, también hubo cambios en el personal. El integrante ruso tuvo que retirar a casi 90 personas del cosmódromo (o puerto espacial) actualmente usado por la ESA en la Guayana Francesa.
Estos hechos fueron resentidos hace algunas semanas. Tras el anuncio de la suspensión de la misión ExoMars, Dimitri Rogozin, encargado del Roscosmos, mencionó la posibilidad de fallas en la Estación Espacial Internacional (ISS) como efecto colateral.
Y es que el módulo ruso de la ISS es el responsable de generar impulsos que eviten su caída hacia la atmósfera terrestre. La ESA aseguró días después que la ISS se mantiene segura.
Frente a los lamentables efectos del conflicto armado, que dejó varios de los más importantes proyectos espaciales de este año en pausa, la Agencia Espacial Europea señaló en su documento que “El objetivo es determinar las posibles consecuencias de este nuevo contexto geopolítico para los programas y actividades de la ESA y crear una infraestructura espacial más resistente y robusta para Europa”.
La agencia europea ya se encuentra en la búsqueda de nuevos colaboradores y el proceso parece rendir frutos, ya que recientemente firmaron acuerdos con la Agencia Espacial Japonesa para la misión del rover lunar ISRO LUPEX que se llevará a cabo en 2024.