Un experimento con un reloj atómico ultra preciso demostró que la teoría de la relatividad de Albert Einstein es real.
Según explica LiveScience, el estudio confirmó que el tiempo corre un poco más lento si cambias tu altura sobre la superficie de la Tierra en 0,2 milímetros, aproximadamente el doble del ancho de una hoja de papel.
Este hallazgo confirmaría la teoría de la relatividad de Albert Einstein, que indica que los objetos masivos, como nuestro planeta, deforman el paso del tiempo y pueden hacer que disminuya su velocidad.
Tobias Bothwell, quien está a cargo del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología ( NIST) y la Universidad de Colorado, dijo que “estamos hablando de medir un cambio en el tictac de un reloj a un nivel un poco más grande que un cabello humano”.
Fue en 1915 que Einstein precisó que cualquier cosa con masa distorsionaría la estructura del espacio-tiempo, debido a la fuerza de gravedad. “Puedes pensar en la gravedad como si frenase el flujo del tiempo. Esta idea alucinante significa que los relojes más cercanos a la Tierra funcionan más lentos en comparación con los que están más lejos, un fenómeno llamado dilatación del tiempo”, explican en el portal especializado.
Otros relojes atómicos súper precisos ya habían respaldado la teoría de Einstein
Pero esta no es la primera vez que alguien llega a una conclusión similar. En el estudio “Experimental Tests of the Nature of Time” (Fullerton College, 2020), los investigadores señalaron que relojes atómicos superprecisos en aviones funcionan considerablemente más lentos que los que están en tierra.
Al respecto, Bothwell dijo que ya en 2010 los científicos habían establecido un récord al medir el paso del tiempo con dos relojes atómicos de aluminio separados en altura por aproximadamente 33 centímetros, y descubrieron que el que estaba más arriba funcionaba un poco más rápido.
En búsqueda de relojes atómicos aún más precisos
“Este tipo de experimentos con relojes pueden arrojar luz sobre la naturaleza del tiempo mismo”, dijo Mukund Vengalattore, un físico atómico independiente que no participó en el trabajo.
Bothwell dijo que el experimento actual ayudó a su equipo a idear formas de producir relojes atómicos aún más precisos.
Estos instrumentos podrían usarse para medir pequeñas diferencias en la masa de la Tierra, permitiendo detectar el flujo de magma dentro de los volcanes, los cambios en el agua de deshielo dentro de los glaciares o el movimiento de las placas tectónicas.