Como si fuera sacado de una historia de ciencia ficción, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DSH) aseguró en su página web que está desarrollando una serie de “perros robot” para poder ayudar a los agentes de Aduanas y protección fronteriza a patrullar la frontera con México.
Estos robots ayudarían debido al tipo de paisaje que existe entre EE.UU. y México, ya que, a diferencia del hombre, no se exponen a los peligros presentes en aquel territorio.
Los “perros robots”, según describen, tiene un peso aproximado de 45 kilos y son parte del programa Vehículos Atomizados de Vigilancia Terrestres (AGSV), diseñados especialmente para estar en altas temperaturas y recorrer diferentes tipos de terreno.
“Es un robot cuadrúpedo resistente. Atraviesa todo tipo de terreno natural, como arena, rocas y colinas, así como entornos construidos por humanos, como escaleras. Es por eso que quieres piernas y no ruedas”, aseguró en el comunicado de la DSH Gavin Kenneally, director de la empresa que creó estos robots.
De acuerdo a la DSH, “la frontera sur puede ser un lugar inhóspito para hombres y animales, y esa es exactamente la razón por la que una máquina puede sobresalir allí”.
Al respecto, el agente Brett Becker explicó que al operar en aquella frontera, “los agentes y oficiales tienen que lidiar con el terreno accidentado, el alto calor y la humedad, y luego, por supuesto, pueden encontrarse con aquellos que desean hacer daño”.
Sin embargo, esta propuesta tiene a sus detractores. En conversación con CNN, Vicki Gaubeca, directora de la Coalición de Comunidades de la Frontera Sur, aseguró que la presentación de estos perros robot fue como “una bofetada en la cara”.
Esto debido a que su agrupación ve la iniciativa como un desperdicio “alarmante e indignante” de dinero que podría usarse en desarrollar sistemas para responsabilizar a los agentes de la Patrulla Fronteriza.
“Hay otras tecnologías que ya están usando y que creemos que deberían reducir y, sin embargo, están agregando otro tipo de tecnología de vigilancia que es aterrador, para ser honesta”, comentó Gaubeca. “Ciertamente parece que es algo construido para algo muy agresivo, como los teatros de guerra, en lugar de una comunidad”, añadió.
Hasta el momento, el proyecto permanece en la fase de investigación y desarrollo, sin un cronograma para que comience a implementarse.