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Cambio climático: en la última década han crecido hasta un 154% más de flores en la Antártida

17 febrero 2022 | 13:36

Un estudio dio a conocer que en la Antártida la extensión de la planta "Colobanthus quitensis" ha aumentado un 154% en la última década, esto se debe a que el territorio está siendo afectado de forma negativa por el cambio climático.

Investigadores de Italia, el Reino Unido y Sudáfrica descubrieron que durante los últimos 10 años, las dos únicas plantas que dan flores en la Antártida se han masificado mucho más rápido de lo visto anteriormente.

El estudio titulado como “Acceleration of climate warming and plant dynamics in Antarctica” fue publicado en la revista científica Current Biology, y detalla que el calentamiento global ha afectado fuertemente entre 1950 y 2016 en la Antártida.

Esto ha impactado de forma negativa en el ecosistema terrestre, debido a que aceleró la expansión de dos plantas con flores nativas en la región, la Deschampsia antarctica (D. Antarctica) y la Colobanthus quitensis (C. Quintesis).

Izquierda Deschampsia antarctica / Derecha Colobanthus quitensis

Ambas se encuentran en la isla Signy, un territorio cubierto de hielo justo al lado de la península antártica.

Y la investigación reveló que entre 2009 y 2018, los lugares en la zona donde se podía encontrar la C. Quintesis en la isla aumentó un 154%, por otra parte la “D. Antarctica” aumentó un 28%.

Aumento de las temperaturas en la Antártida

El estudio consigna que el aumento de las temperaturas se pudo sentir después de 2012, en verano.

A su vez los expertos detallaron que el crecimiento tanto de la “D. Antarctica” como de la “C. Quintesis” se desencadenó principalmente por el aumento de las temperaturas en verano, luego de ese año.

Esta es la primera evidencia en la Antártida de respuestas aceleradas de los ecosistemas al calentamiento climático, confirmando observaciones similares en el hemisferio norte.

“Nuestros hallazgos apoyan la hipótesis de que el calentamiento futuro desencadenará cambios significativos en estos frágiles ecosistemas antárticos“, concluyen los autores del estudio.