Durante el 2006, un grupo de niños descubrió uno de los huesos fósiles de una especie de pingüinos de gran tamaño. Los menores en ese entonces participaron de un viaje escolar a un campo de estudio de fósiles en Hamilton Junior Naturalist Club (JUNATS) en Kawhia Harbour, Nueva Zelanda.
Según la información consignada por EurekAlert, los investigadores de la Universidad de Massey y del Bruce Museum (Connecticut, Estados Unidos) visitaron el Waikato Museum Te Whare Taonga o Waikato en Nueva Zelanda. Esto para analizar los huesos fósiles del pingüino.
Tal análisis terminó por aportar un escaneo 3D de los huesos, los que luego fueron comparados con versiones digitales de huesos de todo el mundo. Esto también significó que se podría reproducir una réplica impresa en 3D del fósil para la Hamilton Junior Naturalist. Por otro lado, el fósil real fue donado por el club al Museo de Waikato en 2017.
Unos pingüinos de gran tamaño
El Dr. Daniel Thomas, Profesor Senior en Zoología de la Escuela de Ciencias Naturales y Computacionales de Massey, explicó a EurekAlert que este fósil tiene entre 27.3 y 34.6 millones de años. Además, agregó, que es procedente de una época en que gran parte de la región de Waikato estaba bajo el agua.
“El pingüino es similar a los pingüinos gigantes Kairukudescritos por primera vez desde Otago, pero tiene patas mucho más largas. Los investigadores nombraron al pingüino como waewaeroa, ‘piernas largas’ en Maori”, señaló el experto a EurekAlert.
“Estas patas más largas habrían hecho al pingüino mucho más alto que otros Kairuku mientras caminaba por tierra, tal vez alrededor de 1,4 metros de altura. También pudo haber influido en lo rápido que podría nadar o lo profundo que podría bucear“, agregó Thomas.
Recordemos que la especie de Pingüino Emperador logra llegar hasta, en promedio, a los 1.1 y 1.3 metros, por lo que esta especie descubierta pudo ser un poco más grande.
Según explicó el doctor, este descubrimiento es un verdadero privilegio para contribuir a la historia de Nueva Zelanda, esto ya que el Kairuku waewaeroa es emblemático por muchas razones.
“El pingüino fósil nos recuerda que compartimos Nueva Zelanda con increíbles linajes animales que llegan hasta lo más profundo del tiempo, y este compartir nos da un papel importante como guardianes. La forma en que el pingüino fósil fue descubierto, por los niños descubriendo la naturaleza, nos recuerda la importancia de alentar a las generaciones futuras a convertirse en kaitiaki (guardianes)”, compartió el experto.
Un descubrimiento hecho por niños
Por su parte, el presidente del Hamilton Junior Naturalist Club, Mike Safey, señaló que este descubrimiento que realizaron los niños es muy probable que lo recuerden por el resto de su vida.
“Fue un raro privilegio para los niños de nuestro club tener la oportunidad de descubrir y rescatar a este enorme pingüino fósil. Siempre animamos a los jóvenes a explorar y disfrutar del aire libre. Hay un montón de cosas interesantes por ahí a la espera de ser descubierto”, señaló Safey.
Steffan Safey, quien tenía 13 años en ese tiempo, fue uno de los niños que realizó tal descubrimiento. Según compartió a EurekAlert este descubrimiento es algo “surreal” para él. “La existencia de pingüinos gigantes en Nueva Zelanda es poco conocida, por lo que es muy bueno saber que la comunidad continúa estudiando y aprendiendo más sobre ellos, finalizó.