Recientes e importantes hallazgos podrían llevarnos a replantearnos lo que sabemos sobre los orígenes del homo sapiens, reinstalando -a su vez- la pregunta de por qué somos la única especie humana en el planeta.
Tal como recoge el medio español El País, investigadores han concluido que hace unos 200.000 años existían hasta ocho especies humanas diferentes, las cuales formaban parte del género homo, el que precisamente nos engloba a nosotros.
Hace pocos días, un grupo de científicos anunció el hallazgo de un cráneo descubierto en el noreste de China de una nueva especie humana bautizada como “Hombre dragón”, el cual sería nuestro pariente más cercano, y no los neandertales, como se creía hasta ahora.
Según detalla el medio alemán Deutsche Welle, ese nuevo hombre primitivo pudo tener un cerebro del tamaño de un humano moderno, “pero con cuencas oculares más grandes, gruesas crestas de las cejas, una boca ancha y dientes de gran tamaño”.
Por su parte, luego de estudiar otros restos hallados en Israel, los arqueólogos detectaron que correspondían a un grupo humano desconocido hasta ahora. Bautizados como Homo de Nesher Ramla, vivieron hace unos 130.000 años.
A su vez, mediante análisis de ADN en la cueva de Denisova, en Siberia, se ha encontrado material genético de denisovanos, de neandertales y de sapiens en periodos sumamente cercanos.
Recordemos que en 2018 una investigación arrojó que un minúsculo fragmento de hueso hallado en este lugar correspondía a una niña nacida de dos especies humanas distintas: una neandertal y un denisovano.
Se sabe que los denisovanos y los neandertales se separaron hace 400.000-500.000 años, convirtiéndose en dos especies distintas del género Homo. Si bien los neandertales desaparecieron hace unos 40.000 años, se desconoce el motivo exacto. En tanto, los denisovanos también desaparecieron, pero no se sabe cuándo.
“No me sorprende que hubiese varias especies humanas vivas al mismo tiempo”, señaló en conversación con El País el paleoantropólogo Florent Detroit. “Si consideramos el último periodo geológico que empezó hace 2,5 millones de años, siempre ha habido diferentes géneros y especies de homínidos compartiendo planeta”, añadió.
No obstante, aclara que la gran excepción es la actualidad, ya que “nunca antes había existido una sola especie humana en la Tierra”. La pregunta que entonces muchos se hacen es: ¿Por qué los sapiens somos los únicos supervivientes?
Al respecto, Detroit sostiene: “Tenemos un cerebro enorme al que debemos alimentar, por lo que necesitamos muchos recursos y por lo tanto mucho territorio”.
“El Homo sapiens experimentó una expansión demográfica enorme y es muy posible que la competición por el territorio fuese demasiado dura para el resto de especies”, expresó.
En tanto, María Martinón-Torres, directora del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana, mencionó que la clave radica en la “hiperadaptabilidad”.
“La nuestra es una especie invasiva, no necesariamente malintencionada, pero somos como el caballo de Atila de la evolución”, dijo. “A nuestro paso y con nuestro estilo de vida disminuye la diversidad biológica, incluyendo la humana. Somos una de las fuerzas ecológicas de mayor impacto del planeta y esa historia, la nuestra, comenzó a fraguarse en el Pleistoceno“, añade.
Martinón-Torres alude al periodo que comenzó hace 2,5 millones de años y terminó hace unos 10.000, momento en que el sapiens es ya la única especie humana que queda en la Tierra.
Expertos como Juan Luis Arsuaga, paleoantropólogo de Atapuerca, plantean que la respuesta a la pregunta de por qué el sapiens es la única especie superviviente radica en que “somos una especie hipersocial, los únicos capaces de construir lazos más allá del parentesco, al contrario que el resto de mamíferos”.
“Compartimos ficciones consensuadas como patria, religión, lengua, equipos de fútbol; y llegamos a sacrificar muchas cosas por ellas”, ahondó, mencionando que ni siquiera la especie huaman más cercana a nosotros, los neandertales, tenían ese comportamiento, pese a que sí creaban adornos, símbolos y arte.