Un equipo de científicos clonó un hurón de patas negras, marcando un hito al tratarse de la primera clonación de una especie autóctona en peligro de extinción en Estados Unidos.
Según recogen medios internacionales como NBC News, esto fue llevado a cabo por ViaGen Pets and Equine, una empresa privada de clonación de mascotas, en colaboración con el Servicio de Pesca y Vida Silvestre, el San Diego Zoo Global y el grupo de conservación biotecnológica Revive & Restore.
Elizabeth Ann es el hurón que nació el pasado 10 de diciembre a partir de células preservadas de un ejemplar salvaje -llamado Willa– que murió en 1988 y cuyos restos fueron congelados en los primeros días de la tecnología del ADN.
Tras su muerte, se enviaron sus tejidos a un “zoológico congelado” administrado por el San Diego Zoo Global, en el cual se mantienen las células de más de 1.100 especies y subespecies de todo el mundo. Eventualmente, los científicos puede modificar esos genes para ayudar a los animales clonados a sobrevivir.
“Con estas técnicas de clonación, básicamente se puede congelar el tiempo y regenerar esas células”, señaló Peter Gober, coordinador de recuperación de hurón de patas negras del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos.
“Estamos lejos de hacerlo ahora en cuanto a modificar el genoma para conferir resistencia genética, pero esa es una posibilidad en el futuro”, agregó.
El hurón, copia perfecta de Willa, se encuentra en un centro de cría de estos ejemplares en Fort Collins, Colorado. Los científicos esperan que este clon se pueda reproducir, para así introducir sus crías en el medio natural.
Ben Novak, científico principal de Revive & Restore, señaló que “la biotecnología y los datos genómicos realmente pueden marcar la diferencia en el terreno con los esfuerzos de conservación”.
Cabe señalar que en el pasado, los hurones de patas negras se distribuían por diferentes zonas en el oeste de Estados Unidos. No obstante, la población fue disminuyendo drásticamente debido a que los agricultores y ganaderos comenzaron a eliminar a su principal presa, los perritos llaneros.
Ya en la década de 1970 se les consideró extintos, hasta que en 1981 científicos descubrieron una colonia de 18 ejemplares en Wyoming. Fue así como se dio inicio a un programa de crías en cautiverio que ha permitido liberar ejemplares en diversos sitios de Estados Unidos, Canadá y México.
Los expertos mencionan que todos los hurones reintroducidos hasta ahora son descendientes de solo siete animales estrechamente relacionados, similitud genética que hace que los hurones actuales sean potencialmente susceptibles a parásitos intestinales y enfermedades como la peste selvática. Se estima que su población silvestre es de entre 400 y 500 ejemplares.