Un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences asegura que una variante genética heredada de los neandertales ayuda a reducir el riesgo de contraer una infección grave por COVID-19.
La investigación fue realizada por expertos de la Universidad de Graduados del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (OIST) en Japón y el Instituto Max Planck de Biología Evolutiva en Alemania.
Los especialistas descubrieron que un grupo de genes heredados de los neandertales reduce en hasta un 22% la posibilidad de desarrollar una versión grave del COVID-19. Estos genes se encuentran en el cromosoma 12 y juegan un papel vital en el proceso de destrucción de los genomas de los virus invasores, en este caso el SARS-CoV-2.
El estudio estima que las enzimas producidas por la variante neandertal de estos genes son más eficientes en la protección contra el coronavirus. Esa variante llegó hasta nuestra era gracias a los cruces entre humanos modernos y neandertales, que convivieron en Europa y Asia.
La variante en cuestión está presente en aproximadamente la mitad de la población que vive fuera de África. ¿Puede esto ayudar a explicar los casos asintomáticos o leves de la enfermedad? “Ciertamente hay otros factores, como una edad avanzada o condiciones subyacentes como la diabetes que tienen un importante impacto en el desarrollo de la enfermedad”, dice el profesor Svante Pääbo, de la Unidad de Genómica Evolutiva del OIST. “Pero los factores genéticos también juegan un papel importante y algunos de ellos han sido aportados por los neandertales”.
Inciden hasta hoy
Los resultados alcanzados por los expertos derivan de una investigación previa, que estimaba que el mayor factor de riesgo de contraer el COVID-19 había sido heredado de los neandertales. Sucesivos estudios, sin embargo, descubrieron regiones genéticas que afectan la respuesta de los individuos al virus, y una de ellas es casi idéntica a la hallada en tres neandertales. Esa respuesta permite disminuir hasta en un 22% los casos más graves en los individuos que tienen esta variante genética.
“Es asombroso cómo, a pesar de haberse extinguido hace 40.000 años, el sistema inmune de los neandertales sigue influyendo en el nuestro, tanto positiva como negativamente, en la actualidad”, dijo Pääbo. Todo indica que los genes neandertales activan enzimas que degradan los genomas virales de las células infectadas, reduciendo la posibilidad de que la infección escale.
Según CNN, esto podría explicar por qué la población afrodescendiente, que carece de este gen, tiende a desarrollar casos más graves de COVID-19. Sin embargo, los expertos estiman que otros factores, como las condiciones de vida, la pobreza y la propensión a otras enfermedades inciden también en ello.