A medida que las escuelas y los jardines de infancia se reabren gradualmente en varios países, se han publicado algunos estudios preocupantes sobre el papel de los niños en la pandemia del coronavirus.
Los médicos del Children’s National Hospital en Washington han descubierto que los niños infectados pueden transmitir el virus SARS-CoV-2 durante semanas sin síntomas de COVID-19. Dado que no muestran sintomatología o solo presentan síntomas leves, podrían infectar sin saberlo a las personas que los rodean durante semanas.
Anteriormente, investigadores de Boston pudieron demostrar que los niños y adolescentes tienen una carga viral sorprendentemente alta.
¿Los niños asintomáticos también son infecciosos durante semanas?
Para el nuevo estudio, que se publicó en línea en JAMA Pediatrics el 28 de agosto de 2020, las profesionales médicas Roberta L.DeBiasi y Meghan Delaney evaluaron los datos de 91 niños que fueron observados en 22 hospitales de Corea del Sur. “A diferencia del sistema de salud estadounidense, quienes dan positivo por COVID-19 en Corea del Sur permanecen en el hospital hasta que superan la infección, incluso si no tienen síntomas”, dice la Dr. DeBiasi.
Según el estudio, alrededor del 22% de los niños no desarrollaron síntomas, el 20% eran inicialmente asintomáticos, pero desarrollaron síntomas más tarde, y el 58% presentaban síntomas en su primera prueba. La duración de los síntomas también varió mucho: de tres días a tres semanas.
Una quinta parte de los pacientes asintomáticos y alrededor de la mitad de los pacientes sintomáticos aún emitían virus del SARS-CoV-2 después de tres semanas, aunque esto no refleja, según el estudio, directamente el nivel de infecciosidad. Las autoras del estudio admiten, no obstante, que todavía quedan muchas preguntas sin respuesta sobre el papel de los niños y adolescentes en la pandemia.
¿Mayor carga viral entre los más pequeños?
Investigadores de Boston descubrieron que muchos pacientes tienen una carga viral sorprendentemente alta, especialmente los niños. Se examinaron los frotis nasales y faríngeos de 49 niños y adolescentes menores de 21 años. Según el estudio, se encontraron muchos más virus del SARS-CoV-2 en la nariz y la garganta que en adultos, que tuvieron que ser tratados en una unidad de cuidados intensivos por COVID-19.
Por su parte, según el estudio publicado en The Journal of Pediatrics el 1 de agosto de 2020, se encontraron significativamente menos receptores ACE-2 en niños más pequeños que en adolescentes y adultos. Estas enzimas ACE-2 se consideran la puerta de entrada para que el virus Cov-2 del SARS ingrese a las células del cuerpo.
¿Son niños y jóvenes los “principales impulsores” de la pandemia?
Desde el comienzo de la pandemia ha habido un acalorado debate sobre el papel de los niños y los jóvenes. Hasta ahora está claro que niños y jóvenes también pueden infectar a otras personas. También está claro que una infección no causa necesariamente síntomas, o solo causa síntomas leves en muchos de ellos. Está igualmente claro que pueden morir a causa del COVID-19 o que una infección puede causar daños a largo plazo.
Todo esto no convierte directamente a los niños y jóvenes en potenciales “super propagadores” o en los principales impulsores de las transmisiones del SARS-CoV-2. Sin embargo, estos suelen tener mucho más contacto social que adultos a través, por ejemplo, de la escuela, los jardines de infancia, los grupos de amigos y las actividades de ocio. Además, los últimos meses han demostrado, en muchos lugares, que, al igual que muchos adultos, los jóvenes a menudo no siguen las reglas de distancia e higiene requeridas.
Las apelaciones a la razón se han ido desvaneciendo, y la conciencia de poner en peligro no solo a ellos mismos, sino también a las personas más débiles de la sociedad, no se ha desarrollado entre muchos.
Así, viajeros que regresan –además del incremento de fiestas y eventos– están aportando a que el número de nuevas infecciones en Alemania haya llegado a su nivel más alto desde abril. En particular, hay cada vez más jóvenes entre los infectados: la edad promedio se encuentra en su nivel más bajo desde el comienzo de la pandemia.
Dado que la carga viral en niños y adolescentes es particularmente alta, según los estudios –ya que pueden transmitir el virus durante semanas y, debido al curso a menudo asintomático, generalmente no saben nada sobre su infección– podrían tener un impacto significativo en el proceso de infección.
¿Qué significa esto para las escuelas y los jardines infantiles?
Con el final de las vacaciones de verano, el número de nuevas infecciones por SARS-CoV-2 aumenta en muchos países y también en Alemania. Sin embargo, los jardines infantiles, las escuelas y las instituciones educativas están reabriendo, no solo para aliviar a los padres que trabajan, sino sobre todo en beneficio de los niños.
El requisito de mascarilla, mantener la distancia, las reglas de higiene y los grupos de estudio fijos deberían reducir el riesgo de infección. En cuanto al consenso, cómo se debe manejar esto específicamente, incluida la cantidad de lecciones presenciales y en línea que deben realizarse, sigue siendo una cuestión de interpretación en muchos países.
Para reconocer posibles grupos de infecciones en una etapa temprana y evitar cierres extensos de guarderías o escuelas, hay que identificar a los niños y adolescentes infectados para poderlos aislar, incluso si son asintomáticos o solo tienen síntomas leves.
Así, en vista de los últimos estudios, ciertamente no son solo los maestros los que deberán realizarse test regularmente, sino también los estudiantes: habrá que aclarar si solo los estudiantes con una infección respiratoria aguda deben someterse a pruebas o si habrá que realizar test más generalizados entre niños y jóvenes.