Un grupo de investigadores del Departamento de Física de la Universidad de Duke probó 14 tipos de mascarillas y descubrió cuáles son realmente eficientes, junto a aquellas que simplemente no hacen nada, por lo que no vale la pena tenerlas.
El estudio fue publicado el viernes en la revista Science Advances y concluyó que la mascarilla N95 es la más segura, la que usualmente es ocupada y distribuida netamente a personal médico.
En segundo lugar quedaron las mascarillas quirúrgicas de tres capas y las de algodón.
Aunque no son abiertamente mascarillas, el tercer puesto fue para los cuellos (neck fleeces, en inglés), también conocidos como máscaras para el cuello y usadas en su mayoría por quienes corren.
Este tipo de vestimenta descompuso las gotículas más grandes en partículas más pequeñas, las que son más manejables por el viento.
Finalmente, las pañoletas y las máscaras de punto quedaron al final de la lista, resultando ser sumamente poco efectivas.
¿Cómo se llevó a cabo el estudio?
En conversación con CNN, Martin Fischer, uno de los autores del estudio, explicó que usaron una caja negra, un láser y una cámara.
Con el láser formaron una hoja de luz que proyectaban al interior del recipiente a través de ranuras.
En la parte delantera de la caja había un orificio donde se podía hablar y, acto seguido, una cámara grababa la luz que se dispersaba en todas direcciones gracias a las gotículas que lograban traspasar los barbijos.
“Queremos enfatizar que realmente alentamos a las personas a usar mascarillas, pero queremos que usen mascarillas que realmente funcionen”, señaló Fischer.