El martes, el Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) resolvieron posponer el lanzamiento del Satélite Argentino de Observación con Microondas (Saocom) 1B, evento previsto para el lunes 30 de marzo.
“Esta decisión es tomada considerando las restricciones que impone la pandemia del Covid-19 y que podrían afectar la disponibilidad de recursos propios y de terceros del exterior, necesarios no solo para una inserción segura en órbita, sino también para una posterior puesta en funcionamiento del satélite”, indicaron en un comunicado.
“Se ha acordado con la empresa proveedora del servicio de lanzamiento, SpaceX (del multimillonario Elon Musk), esta postergación; considerando que es la mejor decisión en estos momentos de incertidumbre y dinamismo sobre la situación que padece el mundo entero a causa del Covid-19”, agregaron.
El satélite argentino había viajado el 22 de febrero desde la fábrica Invap de Bariloche hasta las instalaciones de la empresa SpaceX en Cabo Cañaveral.
Allí técnicos estaban ultimando los preparativos para su lanzamiento a bordo del cohete Falcon 9, uno de los primeros en su tipo que es reutilizable.
La medida de posponer el despegue del satélite “se va a complementar con actividades en la base de lanzamiento, que permitirán asegurar las condiciones para un adecuado resguardo del satélite Saocom 1B en las instalaciones de la empresa SpaceX”, comunicaron desde el gobierno trasandino.
Aún se desconoce cuándo será puesto en órbita. “Las autoridades de la Conae aguardarán la evolución de las condiciones que hagan propicio retomar las actividades relacionadas al lanzamiento del Saocom 1B y su posterior inserción en su órbita final de manera confiable, y de acuerdo a los planes originariamente establecidos”, indicaron.
Al igual que su satélite gemelo, el Saocom 1A, que se lanzó en octubre de 2018, el 1B se utilizará para medir la humedad del suelo; desarrollar guías de crecidas de los ríos; alertar sobre inundaciones; brindar datos de navegación; dar soporte al agro para la fertilización y fumigación y detectar desplazamientos del terreno, acuíferos, derrames de petróleo y pesca ilegal.
Ambos satélites poseen tecnología de radar que permite obtener información de la Tierra aunque sea de noche o haya nubosidad.
El instrumento obtiene los datos sobre formas y estructuras a través de la emisión de un pulso de microonda que viaja hasta la Tierra, donde rebota en la superficie, para luego recibir el resultado de esa interacción, como si fuera un eco.
Los dos Saocom, junto con cuatro satélites italianos, formarán el Sistema Italo-Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias.
“Este tipo de satélites son prácticamente únicos y sólo Japón tiene en órbita un modelo similar, capaz de adquirir imágenes en la llamada ‘banda L’ que da información sobre humedad. Pero nuestros Saocom tienen una ventaja: capturan esos datos con mayor exactitud”, indicó a Perfil en febrero Josefina Peres, jefa del Proyecto Saocom en la Conae.
La ingeniera electrónica agregó que el equipo argentino tiene otra diferencia: está diseñado para poder realizar observaciones a medida y a demanda de cada “cliente”.