El uso de pesticidas y otros factores medioambientales han provocado que la población de insectos esté disminuyendo rápidamente a un nivel alarmante en todo el mundo, viéndose afectado nuestro planeta de manera catastrófica.
Según el informe Worldwide decline of the entomofauna: A review of its drivers publicado en la revista Biological Conservation, más del 40% de las especies de insectos podrían extinguirse en las próximas décadas. Además, un tercio de las especies están en peligro, por lo que el colapso de los ecosistemas del planeta sería posible, lo que supondría un impacto devastador en la Tierra.
Según el informe, la tasa de extinción es ocho veces más rápida que la de los mamíferos, aves y reptiles. Es decir, la masa total de insectos disminuye en un 2,5% cada año, lo que sugiere que en menos de un siglo ya no existirán los insectos.
En el 2015, los científicos advirtieron que la tierra enfrentaría una “sexta extinción masiva”, una fase en la que se perderían enormes cantidades de animales más grandes.
“Las tendencias -de los insectos- confirman que el sexto evento de extinción importante está impactando profundamente en las formas de vida en nuestro planeta”, dice el análisis internacional.
“A menos que cambiemos nuestras formas de producir alimentos, los insectos en su conjunto irán por el camino de la extinción en unas pocas décadas”, concluye.
Al tiempo que advierten que “las repercusiones que esto tendrá para los ecosistemas del planeta son catastróficas por decir lo menos”.
El autor principal del informe, Francisco Sánchez-Bayo, de la Escuela de Ciencias de la Vida y del Medio Ambiente de la Universidad de Sydney, calificó el estudio como el primer examen verdaderamente global del tema.
A diferencia de los informes que se enfocaban en la disminución de la biodiversidad de los animales vertebrados, este estudio subraya la importancia de la vida de los insectos en los ecosistemas interconectados y la cadena alimentaria, destacando que los insectos representan alrededor del 70% de todas las especies animales.
Las principales causas del declive incluyen pérdida de hábitat y conversión a agricultura y urbanización intensiva, contaminación por pesticidas y fertilizantes, así como factores biológicos como patógenos y especies introducidas y el cambio climático.
El entomólogo y científico retirado de la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth, Don Sands, dijo que estaba “completamente de acuerdo” con que los efectos “de principio a fin” de la pérdida de insectos eran graves.
“Si no contamos con insectos como moderadores de otras poblaciones de plagas, tendremos poblaciones que arrasan y arruinan los cultivos y hacen que sean difíciles de crecer”, dijo.
Agregó que el ecosistema en este nivel “debe estar en equilibrio. Esa es la capa inferior y, a menos que lo abordemos, nuestras vidas podrían verse enormemente afectadas”.