Los fitoesteroles están siempre presentes en nuestra alimentación porque son compuestos naturales de origen vegetal presentes en algunas comidas.
Y aunque estos tienen muchas propiedades, el efecto con mayor respaldo científico es el hipocolesterolémico, es decir, la reducción del colesterol en el organismo, tanto a nivel de colesterol total como del colesterol LDL (malo).
Profundos cambios en las dietas y en los estilos de vida han contribuido a la aparición de una epidemia de enfermedades no transmisibles a nivel mundial, siendo las cardiovasculares (ECV) la principal causa de mortalidad, estimándose que anualmente fallecen 17,1 millones de personas por esta causa, lo que representa casi el 30% de las muertes mundiales.
Chile no se queda atrás. De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud del Ministerio de Salud, un 25,5% de la población se encuentra en la categoría de riesgo cardiovascular alto, como consecuencia de los hábitos alimenticios, sedentarismo y tabaquismo.
Para cuidar la salud cardiovascular, reducir el riesgo de sufrir aterosclerosis o las probabilidades de ser víctima de un infarto, la naturaleza nos brinda los Fitoesteroles.
Se trata de moléculas de origen vegetal -de estructura química muy parecida al colesterol- que bloquean la absorción de colesterol a nivel intestinal, ayudando a controlar los niveles de colesterol en el organismo y a prevenir enfermedades cardiovasculares.
De allí que priorizar una alimentación en base a vegetales, frutos secos y grasas saludables, hoy en día es fundamental. Sin embargo, alcanzar la dosis recomendada de 2 gramos al día resulta muy difícil, considerando que en una alimentación tradicional se consumen alrededor de 250mg.
Por eso, para personas con niveles alterados de colesterol y triglicéridos, se sugiere complementar el aporte de fitoesteroles.
Esto debido a que, a juicio del doctor Alfonso Valenzuela, investigador y profesor titular del INTA Universidad de Chile, la dieta de los chilenos es “muy baja en el consumo de vegetales respecto a países asiáticos y algunos europeos”.
En Chile, existen en el mercado alimentos funcionales –aquellos que contienen componentes que ejercen efectos beneficiosos para la salud que van más allá de la nutrición– que entregan en una sola dosis diaria la cantidad óptima de fitoesteroles de manera 100% natural.
Cardiosmile, creado por un grupo de jóvenes chilenos, permite agregar fitoesteroles dispersables de alta solubilidad y efectividad directamente sobre cualquier alimento o bebida fría.
Uno de sus creadores, Gonzalo Vega, comenta que “luego de más de 10 años de investigación, logramos dar con una fórmula única en el mundo que permite agregar los 2 gramos de fitoesteroles, requeridos para reducir efectivamente el colesterol LDL, directamente sobre la comida que uno prefiera”.
Cardiosmile es libre de calorías, grasas, lactosa y gluten, por lo que es una alternativa natural adecuada para cualquier tipo de dieta.
Valenzuela explica que “lo que hace Cardiosmile es ejercer un efecto hipocolesterolémico mucho más eficaz que los productos con fitoesteroles actualmente en el mercado. Su carácter dispersable lo hace disponible para ejercer el efecto de desplazar las moléculas de colesterol en el proceso de absorción del mismo. Así, se va a absorber menos colesterol, lo que redunda finalmente en un nivel menor de colesterol plasmático”