La Tierra es el único planeta del sistema solar donde actualmente existe vida, poco se conoce del pasado de los otros objetos rocosos en la órbita del Sol, pero algunos de ellos podrían incluso ser una vista del futuro del nuestro, una advertencia. Venus sería el ejemplo perfecto, creen algunos astrónomos.
De hecho, teorías modernas apuntan a que este planeta, durante su historia, pasó por un calentamiento global que terminó llevándolo a la situación en la que se encuentra hoy: con una atmósfera muy densa que produce un efecto invernadero “brutal”.
De hecho, la temperatura en su suelo alcanza los 460°, aun cuando, por su proximidad con el Sol, debería marcar solo unos 60 o 70 grados por encima de la temperatura de la Tierra. Así lo explica José Maza en su más reciente libro El sistema solar: nuestro lugar en el cosmos.
El Doctor en Astronomía y Premio Nacional de Ciencias Exactas (1999) conversó con BiobioChile sobre su nueva publicación, donde hace un recorrido por el sistema solar, desde el Sol hasta los objetos periféricos más extraños y desconocidos.
En el capítulo dedicado a Venus, advierte que lo que le pasó a este planeta a raíz del calentamiento global “podría terminar pasándonos”. Pero ante la semejanza por la que Venus y la Tierra se consideran casi gemelos, surge la duda, ¿antes hubo vida?
Venus, ¿el futuro de la Tierra?
En el sistema solar existen 4 planetas de tipo rocosos: Mercurio, Venus, la Tierra y Marte, pero el más similar al nuestro es Venus. De hecho, se parecen en tamaño, composición superficial y también contiene una atmósfera densa que le permite tener su propio sistema meteorológico, aunque más extremo.
“Venus y la Tierra son casi iguales y no están tan distantes uno del otro, están más o menos dentro de un rango de distancia parecido con el Sol. Entonces la suerte de Venus pudo haber sido muy parecida a la suerte de la Tierra”, explica el astrónomo.
Incluso en este planeta, tal como en la Tierra, ocurrió un evento que “pudo haberle cambiado la vida”, fue impactado por un asteroide enorme. “En Venus hubo un cataclismo, un objeto muy muy grande le pegó y lo dejó casi casi sin girar”, señala Maza.
Esto provocó que el día y la noche variaran en gran medida. En Venus, las horas de luz solar equivalen a unos 240 días terrestres, mientras que la noche es mucho más corta, con una duración de poco más de 100 días terrestres, lo que contribuyó al calentamiento.
“En la Tierra giramos en 24 horas, lo cual es fantástico y eso permite un ciclo de calentamiento y enfriamiento que es más o menos compatible con la vida”, puntualiza.
Hasta ahora esto explicaría el intenso calentamiento en Venus, pero las condiciones en las que partió no son muy distantes de lo que está viviendo la Tierra hoy, con un efecto invernadero que iba creciendo. “Si tuvo vida, la vida se tiene que haber cocinado”, agrega el astrónomo.
En planetas como Marte, por ejemplo, si bien tampoco hay vida y el ambiente es inhóspito, se han encontrado algunas señales, restos en rocas y sedimentos que podrían indicar que hubo algún organismo en el pasado. Pero “a Venus el calentamiento global lo mató”, plantea el profesor.
“En la Tierra o se nos va la atmósfera y nos congelamos como en Marte, o se evapora todo el océano y quedamos como Venus. Así que hay que tratar de entender qué le pasó a Venus y esperar que a nosotros no nos pase algo parecido”, agrega.
La utopía de ‘terraformar’ otros planetas
Hoy en día los ojos están puestos en la Luna y en Marte. De hecho, la NASA dentro de los próximos años volverá a enviar humanos a la Luna y se espera que, eventualmente, se construyan bases en su superficie para hacer ciencia directamente en el terreno lunar.
Después de esto, el próximo objetivo será el planeta rojo. Compañías como SpaceX de Elon Musk, están desarrollando enormes naves espaciales reutilizables para enviar humanos más allá de la órbita de la Tierra. Como la colosal Starship, por ejemplo.
Pero antes aterrizar estos planes hubo ideas más difíciles de alcanzar, planteadas por grandes mentes. Por ejemplo, Carl Sagan en algún momento comentó la posibilidad de ‘terraformar’ Venus. Para ello, sugería una serie de medidas que implicaban hacer habitable el planeta.
Primero, reducir su temperatura superficial calculada en unos 460°; segundo, proporcionarle un campo magnético; tercero, eliminar la mayor parte de la atmósfera, compuesta mayormente por CO2; cuarto, añadir oxígeno; y por último, transformar su vapor de agua en agua líquida.
“Reformar Venus es una pega enorme”, dice Maza. “Sería mucho más complicado, significaría invertir muchísimos más recursos. Yo creo que este sueño de Carl Sagan de reformar Venus va a tener que esperar un poco”.
“Todas las fichas están puestas en ir a Marte y la pelea ahora es quién llega a Marte primero, si los chinos o los norteamericanos con Europa. Si llegan los chinos con la ayuda de los rusos, eso significaría un golpe pero terrible para el ego norteamericano y para Europa también”, reflexiona.
Habitar otros planetas también significa una carrera espacial que viene peleando durante décadas, desde que los humanos comenzaron a orbitar la Tierra. Frente a este panorama, el astrónomo nacional saca sus propios pronósticos. Dentro de una década, ya habríamos pisado otro planeta, asegura.
“Todo pareciera indicar que a Marte van a llegar o los chinos o los norteamericanos en la próxima década. De aquí a 10 años ya van a haber ido algunos. Yo no creo personalmente que vayan a llegar allá, bajar y establecer una colonia directamente, porque eso es una pega más o menos. Pero van a ir allá y posiblemente orbiten alrededor de Marte”, explica.
De hecho, así es como se han hecho los primeros alunizajes, inicialmente los humanos llegan a la órbita de la Luna y después bajan a la superficie en naves más pequeñas, como las cápsulas del programa Apolo.
En el futuro no tan lejano, dice el profesor, “en una de estas van a ir en una nave. A Marte hay que ir por lo menos con una docena de personas, entonces pueden llegar con una nave que se quede orbitando Marte y de ahí baje una navecita chica, se descuelgue con tres o cuatro astronautas, que bajen, estén ahí un par de días dando vuelta y después vuelvan a subir”.
La ciencia del futuro
Las ciencias espaciales han mostrado un crecimiento exponencial en las últimas décadas, crecimiento que conlleva conocimientos que permiten, eventualmente, abordar los nuevos desafíos en materia de exploración.
Los humanos, ya se están preparando para salir de la Tierra, con acuerdos internacionales y esperando que, los próximos alunizajes y otros viajes por el espacio, se hagan de manera pacífica y en cooperación.
Chile incluso será parte de ello, ya que durante los próximos meses el país se sumará a los Acuerdos de Artemis, que regularán la futura estadía de los humanos en la Luna, la explotación responsable de recursos y las relaciones diplomáticas.
“Lo encuentro extraordinario. Lo creo muy importante, porque es declarar que nos importa, nosotros somos parte de la comunidad astronómica mundial. Y si queremos hacer una exploración, ir a la Luna o a Marte, bueno, Chile que aporte lo que pueda y que aprendamos todo lo que podamos aprender”, expresa el Premio Nacional de Ciencias.
Esto también implica educación al respecto, ya que el espacio, estará cada vez más presente en la realidad común. José Maza se ha dedicado a educar sobre astronomía gran parte de su vida, y si bien ya se retiró de la docencia, sigue dando charlas, asistiendo a foros y publicando libros sobre las curiosidades del universo.
“Si uno quiere aprender algo de astronomía, uno tiene dos cosas que saber: conocer el sistema solar, porque vivimos ahí, todos estos planetas están aquí al lado; y lo otro son las estrellas. El Sol es una estrella junto con 200 mil millones de estrellas más que constituyen la Vía Láctea, los ladrillos de los cuales está hecho el universo son las estrellas”, señala.
Este libro, de hecho, viene desde el ánimo de enseñar, especialmente a los más jóvenes. “Dentro de mis lectores favoritos están los niños y cada vez que voy a dar una charla sobre astronomía a un colegio con niños de cuarto básico, quinto básico, siempre ellos se interesan en torno al sistema solar”, concluye.
El profe Maza presentará su libro en un evento gratuito el próximo miércoles 14 de agosto en el Centro Cultural Ceina. Puedes conseguir las entradas acá.