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Investigadores de la Universidad de Nagoya en Japón, al analizar los antiguos dibujos del matemático alemán Johannes Kepler, descubrieron nueva información sobre los ciclos de actividad del Sol. Los expertos creen que lo que Kepler vio en 1607 fue una mancha solar, revelando detalles sobre los ciclos solares pasados.

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Un equipo de investigadores de la Universidad de Nagoya, en Japón, analizaron los antiguos dibujos del matemático y astrónomo alemán Johannes Kepler y descubrieron nueva información sobre los ciclos de actividad del Sol.

Cabe recordar que, Kepler (1571-1630), fue el científico que estableció las leyes del movimiento de los planetas en su órbita alrededor del Sol hace cientos de años, cuando apenas se usaban los primeros telescopios de la historia.

El experto utilizaba métodos pioneros para observar los astros y sus bocetos de hace cientos de años guardan valiosa información sobre los procesos estelares.

Gracias a eso, ahora los científicos podrían entender mejor los periodos de inactividad solar, que todavía son un enigma en la astronomía.

Los dibujos del Sol de Johannes Kepler

De acuerdo con Universe Today, los dibujos en cuestión corresponden a unos bocetos de 1607 en los que Kepler captó algunas características visibles del Sol. Para ello, el matemático utilizaba una cámara oscura, que consiste en un pequeño orificio en una pared por el que pasa la luz del Sol y que luego se proyecta sobre una hoja de papel.

Kepler entonces, creyó haber visto un “tránsito” de Mercurio, que es cuando los planetas pasan frente al Sol y se puede ver su silueta marcada en su superficie. De hecho, los astrónomos modernos utilizan esta técnica para observar exoplanetas, basándose en la luz de sus estrellas.

Sin embargo, tras los nuevos análisis, los científicos de la Universidad de Nagoya, liderados por Hisashi Hayakawa, del Instituto de Investigación Avanzada y el Instituto de Investigación Ambiental Espacio-Tierra de la casa de estudios, creen que en realidad lo que vio Kepler fue una mancha solar.

Las manchas solares producen intensa actividad magnética en el Sol y son temporales, es decir, aparecen y desaparecen según como varía la actividad de las estrellas.

Este hallazgo permite a los científicos conocer más sobre los ciclos solares pasados. Esta mancha solar estaría indicando el fin de un ciclo anterior al que describieron después otros astrónomos de la época, como Galileo Galilei o Thomas Harriot.

Además, después de estos ciclos vino el conocido “Mínimo de Maunder”, un periodo de muy baja actividad solar que ocurrió entre 1645 y 1715, cuando las manchas solares casi desaparecieron por completo del Sol y se registraron temperaturas más bajas en la Tierra.

Estos fenómenos ocurren poco. Lo normal son los ciclos solares de 11 años, donde el Sol emite fuerte actividad, periodo que se conoce como “Máximo Solar”, y luego disminuye, pero sin implicancias mayores en el clima y en cortos lapsos de tiempo. Épocas como el Mínimo de Maunder interrumpen este ciclo, y de hecho, la última fue esa.