Científicos italianos encontraron evidencia de actividad volcánica en Venus a partir de datos recopilados entre 1990 y 1994, por la sonda espacial Magallanes de la NASA. En esta ocasión podría ser actividad en curso y no rastros de actividad pasada.
Anteriormente, en 2023, otro estudio teorizaba la presencia de un volcán activo en el planeta, pero ahora los datos parecen ser más claros. Según la NASA, se trata de evidencia geológica directa.
De acuerdo con la agencia espacial, los expertos encontraron datos que indican cambios en la superficie del planeta que estarían mostrando la formación de nuevas rocas a partir de flujos de lava.
Los científicos creen que esto se debe a que algunos volcanes pudieron haber entrado en erupción mientras la sonda espacial orbitaba el planeta en los años 90. De hecho, la sonda Magallanes cartografió el 98% de la superficie y las imágenes que tomó siguen siendo las más nítidas de Venus a la fecha.
“Utilizando estos mapas como guía, nuestros resultados muestran que Venus puede ser mucho más volcánicamente activo de lo que se pensaba anteriormente”, dijo Davide Sulcanese de la Universidad d’Annunzio en Pescara, Italia, quien dirigió el estudio publicado en Nature.
Además, estiman que la actividad volcánica de Venus podría ser parecida a la de la Tierra, por como estarían moviéndose los flujos de lava en el planeta. Por ejemplo, el volcán Maat Mons, cerca de la línea del ecuador de Venus, cuyo cráter humeante evidencio una erupción reciente.
Estos hallazgos serán útiles para entender cómo funciona su interior y cómo influye en la formación de su corteza y evolución. Los astrónomos se preguntan cómo es que al ser rocoso, como la Tierra, tomó un camino diferente y es inhabitable.
La evidencia de actividad volcánica en Venus
Para el estudio, se revisaron también datos del radar de apertura sintética de la sonda Magallanes, que recogió información sobre la superficie rocosa de Venus a través de ondas reflejadas.
Los datos correspondían al volcán Sif Mons en la región de Eistla Regio y la parte occidental de Niobe Planitia, que alberga numerosas formaciones volcánicas en el planeta.
“Los investigadores encontraron que la intensidad de la señal del radar aumentaba a lo largo de ciertas trayectorias durante las órbitas posteriores. Estos cambios sugirieron la formación de nueva roca, muy probablemente lava solidificada a partir de la actividad volcánica que ocurrió durante un período de dos años“, explican desde la NASA.
Sin embargo, también barajaron otras posibilidades, los peak del radar igualmente podrían tener que ver con pequeñas dunas u otros efectos atmosféricos que pudieron interferir con su señal.
“Interpretamos estas señales como flujos a lo largo de laderas o llanuras volcánicas que pueden desviarse alrededor de obstáculos como volcanes, como un fluido”, dijo el coautor del estudio Marco Mastrogiuseppe, de la Universidad Sapienza de Roma. “Después de descartar otras posibilidades, confirmamos que nuestra mejor interpretación es que se trata de nuevos flujos de lava“.
Por el momento, todavía queda por investigar respecto de los volcanes en Venus, especialmente con la llegada de la nueva misión espacial VERITAS de la NASA, que despegará en 2031 para observar al planeta en alta resolución. Los astrónomos dicen que la actividad volcánica será uno de los objetivos de esta iniciativa.