Esta semana comenzó la fabricación del último de los 7 espejos del Telescopio Gigante de Magallanes (TGM), un observatorio terrestre que se instalará en Chile y será el más grande y poderoso de todos los que existen hoy en la Tierra, como un James Webb, pero dentro del planeta.
Fue el pasado 26 de septiembre cuando inició esta tarea, que consiste en fabricar y pulir la última de las estructuras con las que el TGM mirará más allá del Sistema Solar en busca de exoplanetas y vida extraterrestre.
De acuerdo con un comunicado en la web oficial del telescopio, en total cuando los espejos estén unidos, formarán una estructura de más de 25 metros de diámetro.
“Juntos, los espejos captarán más luz que cualquier otro telescopio existente y permitirán a la Humanidad desvelar los secretos del Universo proporcionando análisis químicos detallados de los cuerpos celestes y ayudando a entender sus orígenes”, explican.
Para un espejo del TMG, que mide 8,4 metros, se utilizan unas 20 toneladas de vidrio óptico que deben ser depositadas en un horno gigante que se encuentra debajo de las gradas del estadio de fútbol americano de los Arizona Wildcats, en EE.UU. Allí se preparan a 1.165 °C. “Tardará tres meses en enfriarse para luego pasar a la etapa de pulido”, dice el comunicado.
¿Qué tan grande será el Telescopio Gigante de Magallanes?
El TGM tendrá una sensibilidad 50 millones de veces mayor que la del ojo humano y eso implica un gran tamaño. En total, este observatorio medirá 65 metros de altura, casi 3 veces una ballena azul, que es el animal más grande del planeta.
De hecho, sólo el diámetro de todos los espejos juntos -cuando estén ya ensamblados- medirá el equivalente a una ballena azul adulta.
Según el comunicado, el espejo, que fue fabricado anteriormente, ya está listo para ser incorporado a un ensamblaje de prototipo en el que le harán algunas pruebas preliminares de rendimiento óptico.
“Una vez montados, los 7 espejos trabajarán juntos como si fueran un solo espejo monolítico de 25.4 metros de diámetro, con una sensibilidad hasta 200 veces mayor y una capacidad de resolución cuatro veces más grande que los telescopios espaciales más avanzados de hoy”.
Cabe recordar que el telescopio finalmente se armará en Chile, en el desierto de Atacama, donde se planea comenzará a funcionar a finales de esta década.
Allí, observará el espacio con una impresionante capacidad y “contribuirá a buscar respuestas a algunas de las preguntas más apremiantes de la Humanidad, entre ellas, de dónde venimos y si estamos solos en el Universo”.