Esta semana, la NASA reveló los resultados del estudio más largo que se ha hecho sobre Júpiter, el planeta gaseoso que se corona como el más grande de nuestro Sistema Solar.
Se trata de una investigación que tomó 40 años y que reunió información de instrumentos espaciales como las sondas Voyager, las Cassini y otros telescopios terrestres, de la misma agencia espacial.
En concreto, el estudio hacía seguimiento de las temperaturas en la troposfera superior de Júpiter. Esta es la capa de la atmósfera donde se genera su clima, que da forma a sus características nubes de colores.
Las 4 décadas de observaciones y datos finalmente “encontraron patrones inesperados en cómo las temperaturas de los cinturones y zonas de Júpiter cambian con el tiempo“, informó la NASA.
Los resultados permitirán comprender mejor los factores que impulsan el clima en el planeta gigante, lleno de tormentas y fuertes vientos. Además, también podrá pronosticarse.
El estudio descubrió detalles sobre las nubes de Júpiter
En un principio, los astrónomos tenían claridad de que la troposfera de Júpiter es parecida a la de la Tierra, puesto que en ella se forman nubes y tormentas.
Así mismo, desde la década de los 70 también comprendieron que el color de las nubes de Júpiter correspondía a sus respectivas temperaturas. Sus franjas más claras serían zonas más frías, mientras que las más anaranjadas serían lugares cálidos.
Sin embargo, hasta ahora no había suficientes datos para entender como varía al clima del planeta a largo plazo. Y eso fue justamente lo que se aclaró tras 4 décadas de ardua investigación.
“Abre nuevos caminos al estudiar imágenes del brillante resplandor infrarrojo (invisible para el ojo humano) que se eleva desde las regiones más cálidas de la atmósfera, midiendo directamente las temperaturas de Júpiter por encima de las coloridas nubes”, explica la NASA.
Aquello también levantó nuevos misterios, “las temperaturas de Júpiter suben y bajan siguiendo períodos definidos que no están vinculados a las estaciones ni a ningún otro ciclo que los científicos conozcan“, por ahora.
“El estudio también reveló una conexión misteriosa entre los cambios de temperatura en regiones separadas por miles de kilómetros: a medida que las temperaturas subieron en latitudes específicas en el hemisferio norte, bajaron en las mismas latitudes en el hemisferio sur, como una imagen especular a través del ecuador”, dice el comunicado.
El estudio en detalle fue publicado en la revista Nature bajo el nombre “Variabilidad inesperada a largo plazo en las temperaturas troposféricas de Júpiter”.
Allí se explican los procesos que generan el clima en Júpiter y sus similitudes y diferencias con la Tierra. Ahora, dicen los expertos, queda descubrir qué causa los cambios cíclicos en las temperaturas.