Esta semana, el telescopio espacial James Webb sorprendió una vez más entregando una vista actualizada y más nítida de los Pilares de la Creación. Se trata de una zona de la nebulosa del Águila, ubicada a 7000 años luz de la Tierra, que se popularizó en 1995 cuando el telescopio espacial Hubble la fotografió por primera vez.
Ahora, la NASA reveló el sonido de este lugar del espacio, gracias a datos recogidos por el mismo Hubble, del cual la agencia espacial continúa sacando provecho a pesar de que el James Webb, su sucesor, está operativo desde julio.
Fue la tarde del jueves que la NASA publicó el registro, llamando una “sonificación de datos” recogidos por el telescopio Hubble y complementados por el observatorio de rayos X Chandra. Este no sería un sonido auténtico del espacio, más bien una representación a partir de la imagen.
“Los científicos representan los datos como sonido para darnos una forma diferente de experimentar la imagen. Los sonidos se generan moviéndose horizontalmente a través de la foto de izquierda a derecha, como se ve tanto en la luz visible del Hubble como en la luz de rayos X de Chandra”, explican.
Los Pilares de la Creación del James Webb no son iguales a los del Hubble
La imagen actualizada fue tomada con la cámara de infrarrojo cercano del Webb (NIRCam) del James Webb y muestra miles de estrellas, entre ellas algunas recién formadas, que no fueron visibles con el Hubble en 1995.
Esta zona de la nebulosa es similar a “formaciones rocosas, pero es mucho más permeable. Estas columnas están formadas por gas y polvo interestelar frío que, a veces, parece semitransparente en la luz del infrarrojo cercano”, explican.
Esta nueva vista de los Pilares de la Creación, ayudará a los astrónomos a generar recuentos de estrellas más precisos, puesto que el telescopio James Webb capta muchas más estrellas que el Hubble entre nebulosas.
Además, también permitirá aportar nuevos detalles en cuanto a los “modelos” de formación de estrellas que teorizan los científicos al día de hoy. Como la cantidad de gases y polvo estelar que circula en esa región del espacio.
Los astrónomos enfatizan en que, a pesar de que la luz infrarroja permite al James Webb ver a través de las nebulosas y atravesar grandes distancias del campo de visión, en esta imagen no hay galaxias a la vista.