Fue en 2014 cuando el meteorito CNEOS 2014-01-08 impactó en la Tierra, cerca de las costas de Papúa Nueva Guinea, en el Océano Pacífico. Ahora, se lanzará una expedición submarina para recoger los restos de la roca interestelar.
El meteorito se categorizó como ‘interestelar’ puesto que los datos recopilados por los científicos antes de que cayera, indicaban que este objeto provenía desde otro sistema solar o bien desde afuera de la Vía Láctea.
La roca espacial mide aproximadamente 1,5 metros de ancho y fue identificada por primera vez gracias a los científicos de Harvard, Amir Siraj y Abraham Loeb, según informa DW.
Ambos calcularon que CNEOS 2014-01-08 tiene una velocidad heliocéntrica inusualmente alta y por la rapidez de su trayectoria teorizan que no está ligado a la fuerza gravitatoria del Sol, como si lo están otros meteoritos que circulan por la Vía Láctea.
Finalmente, en abril de 2022, esta información fue confirmada por, Joel Mozer, el jefe científico del Comando de Operaciones Espaciales de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos.
“La estimación de la velocidad comunicada a la NASA es lo suficientemente precisa como para indicar una trayectoria interestelar”, dijo en un tuit.
¿Cómo buscarán el meteorito que cayó en 2014 en el océano?
Tras ser confirmados sus datos, Amir Siraj y Abraham Loeb, iniciarán la expedición submarina con la que planean encontrar el objeto espacial: el Proyecto Galileo. Este es el primer meteorito interestelar identificado a la fecha.
Anteriormente, el primer meteorito interestelar había sido el Oumuamua 2017. Pero ahora que se confirmaron los datos calculados por Siraj y Loeb, el CNEOS 2014-01-08 encabezará la lista.
La expedición tendrá como objetivo buscar los trozos del meteorito en la zona de impacto. “Nuestro plan es movilizar un barco con un trineo magnético frente a las costas de Papúa Nueva Guinea para recolectar los fragmentos “, dice el paper que publicaron el pasado 5 de agosto.
Si los científicos tienen éxito, esta sería la primera vez que se recupera un objeto interestelar y podría traer nuevos datos sobre otras estrellas y planetas de la Vía Láctea o más allá.