El 73P/Schwassmann/Bachmann 3 fue avistado por primera vez en el año 1930. En 1995, el cometa SW3, como se le conoce ahora, reapareció al registrar una serie de explosiones y destellos captados por telescopios a lo largo de varios meses.
Con los años el cometa siguió desintegrándose y en 2006 quedó dividido en fragmentos luminosos, cada uno con su respectiva estela. En total, el SW3 finalmente se dividió en más de 68 fragmentos, informa el portal Science Alert.
En su aparición más reciente en marzo de 2017 mostró signos de que continúa rompiéndose y arrojando nuevas piezas con cada regreso. Para 2022, hacia finales de este mes, la Tierra podría tocar la órbita del SW3 sin chocar con este.
El paso del cometa SW3 no es peligroso
Cabe aclarar que el suceso no es catastrófico. En 1872, cuando la Tierra tocó la órbita del cometa 3D/Biela, cerca de 3.000 meteoritos fueron observados en los cielos del Hemisferio Norte. Esto ocurrió después de que el cometa pasara por el punto de coincidencia.
Por el contrario, faltan todavía algunos meses para que el SW3 pase por el punto en el que la Tierra coincidirá exactamente con su órbita. Aunque no se sabe de cierto, es probable que restos desprendidos a partir de la fragmentación del cometa hayan constituido una formación anterior al paso del mismo, y se “anticipen” a su paso.
Si eso sucede, la Tierra se vería envuelta en una lluvia de estrellas que precedan al paso mismo del cometa. Algunos modelos estadísticos prevén que el fenómeno sí ocurrirá, mientras que otros dicen que la posible lluvia de estrellas evitaría el paso de la Tierra, por poco margen.
Los primeros modelos indican que el fenómeno podría comenzar el próximo 31 de mayo a las 15:00, tiempo de Australia. En América Latina empezaría a eso de las dos de la mañana del 31 de mayo, tiempo de Buenos Aires, o la medianoche del 30 al 31 de mayo, tiempo de Ciudad de México.