La esporádica lluvia de meteoritos tau Herculidas puede aparecer este 2022. El evento tendría lugar la noche del 30 al 31 de mayo, con la posibilidad de que se observe en el cielo una espectacular lluvia de meteoros.

El responsable es el cometa fragmentado 73P/Schwassmann-Wachmann 3, descubierto en 1930 cuando pasó a 9,2 millones de kilómetros de la Tierra. Sin embargo, este cometa nunca se volvió lo suficientemente brillante como para ser visible a simple vista. Solo se podía vislumbrar con unos buenos binoculares o un telescopio.

Y aunque orbita alrededor del Sol cada 5,4 años, después de su aparición en 1930, se perdió de vista durante bastante tiempo. De hecho, entre 1935 y 1974, 73P/SW3 entró y salió ocho veces sin ser visto.

No se volvió a apreciar hasta marzo de 1979. Luego se perdió su siguiente regreso, en enero de 1985, pero se recuperó nuevamente a principios de 1990.

Los astrónomos esperaban que el cometa hiciera otro regreso sin incidentes en el otoño de 1995. Pero a principios de octubre, el Central Bureau for Astronomical Telegrams de repente comenzó a recibir “numerosos informes de observadores de todo el mundo sobre descubrimientos independientes” de un cometa a simple vista.

Bajo en el crepúsculo vespertino occidental y luciendo una cola de polvo de 1 grado de largo, se trataba de 73P/SW3, informa Space.com. Esto fue sorprendente porque el cometa nunca estuvo más cerca de la Tierra que a 196 millones de kilómetros (en 1995) y para entonces debió ser visible solo con telescopios moderadamente grandes.

Sin embargo, allí estaba, brillando 6,5 magnitudes más de lo previsto, 400 veces sobre lo esperado. En cuanto a la causa de este tremendo estallido, las observaciones realizadas en el Observatorio Europeo Austral en La Silla, Chile, revelaron que su diminuto núcleo se había fracturado en cuatro partes.

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NASA/ESA

El cometa fragmentado

El cometa todavía fue bastante brillante en su siguiente visita en el otoño de 2000, lo que demuestra que dos de los fragmentos detectados en 1995 habían regresado, junto con uno nuevo, que probablemente se desprendió durante el regreso de 1995.

En la primavera de 2006, el cometa en desintegración hizo su aparición de regreso, mostrando inicialmente al menos ocho restos. Incluso, algunos de los fragmentos estaban formados de sus propios sub fragmentos.

El 18 de abril de 2006, el Telescopio Espacial Hubble registró decenas de fragmentos. Entre el 4 y el 6 de mayo, fue el turno del Telescopio Espacial Spitzer de fotografiar el cometa; utilizando su cámara de matriz infrarroja (IRAC), pudo observar 45 de los 58 fragmentos de cometas.

En total, 73P/SW3 finalmente se dividió en más de 68 fragmentos. En su aparición más reciente en marzo de 2017 mostró signos de que continúa rompiéndose y arrojando nuevas piezas con cada regreso a través del sistema solar interior.

Para finales de mayo de 2022, será la primera vez que la Tierra y la estela de los restos del cometa expulsados en 1995 se crucen desde el evento de fragmentación. Pero no se puede ver hacia dónde se han extendido los meteoroides, por lo que es difícil predecir exactamente cuántos podría encontrar la Tierra.

Todo depende de si los escombros se han extendido lo suficiente por delante del cometa para interactuar con nuestro planeta. De este factor, dependerá la intensidad final de la lluvia de meteoros.