Fue hace dos semanas cuando se conocieron las primeras imágenes tomadas por el James Webb, una zona de la Vía Láctea llamada ‘Nube de Magallanes’. Una galaxia satélite a la que apuntó el telescopio para calibrar todos sus instrumentos.
Estas serían las imágenes más nítidas del espacio captadas en la historia. Si bien ya existen varias imágenes bellas del espacio captadas por el Hubble u otros instrumentos, hay que tener en cuenta que estas son retocadas y preparadas por los científicos antes de divulgarse.
Tras este resultado, el equipo de científicos que opera al James Webb llegó a la conclusión unánime de que estaba listo para pasar a la última fase de preparativos. Se estimó que duraría aproximadamente 2 meses antes de que comiencen las operaciones que darían inicio a sus misiones.
¿Qué le falta al James Webb para estar completamente listo?
Según informó la NASA el pasado 12 de mayo, son 17 modos los que se deben corroborar antes de comenzar con las misiones. Por ahora hay 7 completos y uno en curso, estos procesos se pueden revisar directamente en la web Telescopio Espacial James Webb. Allí se encuentran detalles disponibles de cada uno.
Para la fase en curso, se está midiendo el rendimiento de los instrumentos. Por ejemplo, la cantidad de luz que ingresa al telescopio y las calibraciones de cada herramienta.
Además, también se está analizando la nitidez de las imágenes estelares para “permitir la extracción óptima de información científica”, dice la NASA.
“Demostraremos la adquisición de objetivos y probaremos algunos tipos especiales de observaciones, incluidos objetivos dentro de nuestro Sistema Solar”, agregan.
Se espera que el instrumento termine su preparación a finales de junio de 2022 y si todo sale bien, las primeras imágenes e información recolectadas llegarán a la tierra en julio. Una las últimas operaciones que completó el Webb, fue la alineación y ajuste de todos sus espejos.
Y es que el instrumento ha funcionado tan bien, que a la fecha, los astrónomos aseguran que su rendimiento cumplirá o incluso superará las expectativas. Tanto así que ya se estima que la misión podrían tener una vida útil de 10 años, en vez de los 5 que se esperaban.
Según los datos entregados por la NASA, durante las últimas pruebas no se han detectado problemas críticos ni obstrucciones en su camino óptico. “Hasta ahora ha demostrado que es capaz de recoger con éxito la luz de objetos lejanos y entregarla a sus instrumentos”.