Nuevamente Chile es un privilegiado para la observación de este tipo de fenómenos astronómicos que acontecen todos los años.

El 2022 está cargado de nuevos y maravillosos eventos astronómicos que ocurrirán en los cielos del planeta Tierra. Durante este martes y miércoles, la noche será testigo de la increíble lluvia de estrellas Alfa Centáuridas.

Este singular fenómeno será visible en territorio chileno la noche del 7 y 8 de febrero. Si bien, es un acontecimiento que sucede todos los años y es visible en todo el planeta, se prevé que las vistas serán mejor desde el hemisferio sur, en especial en Sudamérica.

La revista de ciencia e historia natural National Geographic, estima que este año la lluvia de estrellas tendrá “un pico de actividad de hasta 5 meteoros por hora, las Centáuridas traerán consigo meteoros fugaces que recorrerán en cuestión de segundos el cielo nocturno“.

Los meteoritos provienen de la constelación de Centauro, una zona del espacio de donde proceden la mayoría de las estrellas fugaces. Se trata de pequeñas partículas de polvo y escombros que algunas vez formaron parte de cometas y asteroides que viajan alrededor del Sol.

Las diminutas partículas de polvo y rocas caerán en la Tierra y al entrar en contacto con la atmosfera se desintegrarán, dejando a su paso un bello espectáculo de luz.

Recomendaciones para ver la lluvia de estrellas Alfa Centáuridas

Para observar mejor este deslumbran fenómeno natural no es necesario contar con un telescopio, ya que solo basta con fijar la mirada en el cielo y esperar.

Por otra parte, si buscas tener una excelente panorámica, es recomendable ver la lluvia de meteoritos en lugares sin contaminación lumínica, una opción son las zonas rurales como campos o montañas, alejado de las grandes urbes.

La Oficina de Protección de la Calidad del Cielo del Norte de Chile (Opcc), señala que la observación de fenómenos astronómicos se pone en riesgo debido al avance de la contaminación lumínica, sobre todo en zonas privilegiadas para la observación y estudio de los cielos como lo es el norte de Chile.

“Uno de los principales factores que amenazan la calidad para la observación astronómica es la contaminación lumínica. Se trata de un problema que afecta principalmente a las ciudades y se produce cuando se aumenta el nivel de luz en el ambiente nocturno, producto de la iluminación artificial”, señala la organización.