El pasado 23 de abril la NASA y SpaceX enviaron exitosamente a cuatro astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI) a bordo de la nave Crew Dragon.
El astronauta francés Thomas Pesquet, los estadounidenses Shane Kimbrough y Megan McArthur y la japonesa Akihiko Hoshide arribaron un día después a la EEI, siendo la tercera vez que la compañía de Elon Musk lleva tripulantes a ese laboratorio orbital.
Pese a que toda la operación se desarrolló tal como estaba previsto, la tripulación de cuatro personas experimentó un susto poco antes de llegar a su destino, luego que se les notificara de una posible colisión con un objeto no identificado. ¿Restos de basura espacial? Fuentes del noticiero norteamericano Good Morning America indicaron que podría ser hielo del oxígeno líquido en el cohete.
“El equipo de la NASA/SpaceX fue informado de la posible conjunción por parte del Comando Espacial de Estados Unidos”, dijo la portavoz de la NASA, Kelly Humphries, en conversación con el sitio Futurism. “El objeto que se está rastreando se clasifica como ‘desconocido"”, agregó.
Humphries explicó que no hubo tiempo para realizar una maniobra para alejarse de la trayectoria del objeto, por lo que se les hizo un llamado a los astronautas para que se pusieran sus trajes presurizados por precaución.
A su vez, la portavoz del Comando Espacial de Estados Unidos, Erin Dick, detalló que el Pentágono notificó a la NASA de la posible colisión aproximadamente siete horas después del lanzamiento de la nave espacial.
“Después de un análisis más detallado, el 18º Escuadrón de Control Espacial determinó rápidamente que no había amenaza de conjunción, que todos a bordo están a salvo y la nave espacial no estaba en riesgo”, puntualizó.
Humphries detalló que el acercamiento más cercano del objeto fue a 45 kilómetros de la nave, por lo que no había peligro “para la tripulación o la nave espacial”.
Cabe señalar que este lanzamiento representa una gran victoria para Musk -también fundador del grupo automotriz Telsa- pues SpaceX consiguió acaparar el transporte espacial de la NASA en un momento en que la cápsula Starliner de Boeing acumula retrasos en sus vuelos de prueba.
Musk no oculta su intención de impulsar a la humanidad hacia la Luna y Marte, y en una conferencia de prensa posterior al lanzamiento del viernes dijo: “Creo que estamos en los albores de una nueva era de exploración espacial”.