El consorcio Cherenkov Telescope Array (CTA) escogió a Chile para la construcción del conjunto de telescopios de su observatorio de rayos gamma, el más grande del mundo en su tipo.

Australia, Namibia y Argentina fueron los otros países del hemisferio sur considerados inicialmente por el grupo. Sin embargo, tras una serie de evaluaciones, la firma optó por nuestro país para sus instalaciones, específicamente en el Desierto de Atacama, 120 km al sur de Antofagasta, muy cerca del observatorio Paranal.

Con un total de 100 telescopios, el complejo estará destinado a la observación de los rayos gamma de más alta energía que provienen del espacio exterior, y que se producen en los procesos más violentos del universo, como son las explosiones de supernovas o en los núcleos de las galaxias, y que no son observables por los telescopios ópticos u otros ya existentes.

“Los rayos gamma de más alta energía, que son poco frecuentes, sólo se pueden captar indirectamente desde la tierra, y para ello se necesita cubrir una gran superficie de terreno”, indicó el Dr. Claudio Dib, académico de la Universidad Técnica Federico Santa María.

CTA

“Así es como se decidió hacer un gran arreglo que es CTA: cerca de cien telescopios distribuidos en aproximadamente 2 km2 para la observación de esta radiación”, añadió el experto, quien además es investigador del Centro Científico Tecnológico de Valparaíso (CCTVal) y miembro del grupo de científicos chilenos que participan en CTA.

Pero ¿qué se espera obtener con las investigaciones de este nuevo complejo? La respuesta, aunque todavía incierta, abre grandes posibilidades.

“Lo que vamos a aprender está en la frontera del conocimiento, cosas que todavía no sabemos que podemos descubrir”, explica el Dr. Dib, puntualizando que “entenderemos más sobre los mecanismos de aceleración de los rayos cósmicos; también sobre física fundamental, como de qué partículas se compone la materia oscura del universo, o hacer tests cada vez más exigentes a la teoría de la relatividad”.

“La teoría actual de la física de partículas, llamada el Modelo Standard, predice muy bien todo lo que conocemos del mundo subatómico, pero hay aspectos que matemáticamente y también experimentalmente nos indican que hay cosas incompletas, y CTA podría contribuir a su comprensión”, puntualizó.

Respecto al rol de los científicos nacionales, entre los que hay destacados profesionales de distintas casas de estudios, CTA ofrecerá ventajas a través de la participación conjunta en proyectos de investigación que surjan en el marco de esta colaboración internacional, pero también abrirá oportunidades a físicos y astrónomos externos al consorcio de presentar propuestas de uso con tiempo de observación.

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Así, con más de 1.500 científicos involucrados, provenientes de cerca de 200 instituciones de 31 países, la construcción de CTA en Chile, según expertos, no sólo obedece a un deseo científico, sino que “representa también una posibilidad de desarrollo para el país. Proyectos como CTA estimulan la producción de tecnología de vanguardia, posibilitan la formación de especialistas de alto nivel y abren oportunidades de desarrollo a otros campos de la ciencia”, finaliza el Dr. Claudio Dib.

Las primeras observaciones de CTA-Sur se proyectan para 2025, año en que se estima debiera comenzar su funcionamiento y recolección de datos, los que serán complementados con lo que se obtenga en las instalaciones de CTA-Norte, su par ubicado en La Palma, la quinta ínsula más grande de Islas Canarias, en España.

De este modo, con sus ubicaciones confirmadas, los proyectos del CTA en ambos hemisferios ya han sido presentados internacionalmente, incluyendo en sus lanzamientos una serie de videos que se encuentran disponibles para todo público.

A los dos primeros estrenos, “La ciencia de CTA: Desde la emisión hasta el descubrimiento” (una animación sobre el funcionamiento general del proyecto) y “CTA-Norte: Nuestros ojos desde el norte hasta el Universo de altas energías” (un recorrido por el emplazamiento en Canarias), se suma ahora “CTA-Sur: Nuestros ojos en el sur hacia el Universo de altas energías”, una breve producción que muestra el Desierto de Atacama y la proyección del observatorio en el territorio nacional.