Para celebrar los dos años desde que la colaboración del Event Horizon Telescope (EHT o Telescopio del Horizonte de Sucesos) publicó la primera imagen de un agujero negro, desde ALMA -parte clave del hito- quisieron compartir cinco cosas impresionantes sobre estos increíbles objetos.
1. Antes de saber lo que eran los agujeros negros, en 1784 el geólogo John Michell les llamaba “estrellas oscuras”.
La idea de los agujeros negros surge de la Teoría de la Relatividad General de Albert Einstein, que dice que la luz se ve afectada por la gravedad.
2. Esta es la primera simulación, hecha a mano en 1979, del disco de acreció alrededor de un agujero negro. Basada en cálculos computacionales por el astrofísico francés Jean-Pierre Luminet.
3. Los agujeros negros son regiones del espacio caracterizadas por tener una gravedad extrema. Es tanta la fuerza de gravedad que cualquier cosa que se les acerca es tragada por el agujero negro y nunca más vuelve a salir.
Ni siquiera la luz, que viaja a 300.000 kilómetros por segundo, es capaz de escapar a las garras gravitacionales de un agujero negro.
4. Los agujeros negros causan enormes chorros de materia. La mayoría de la materia que hay cerca del borde de un agujero negro acaba precipitándose en él.
Sin embargo, algunas de las partículas circundantes escapan momentos antes de la captura y son lanzadas al espacio a grandes distancias en forma de chorros.
5. La colaboración EHT, que produjo y dio a conocer la primera imagen de un agujero negro el 10 de abril de 2019, acaba de revelar cómo se ve con luz polarizada el enorme objeto que hay en el centro de la galaxia Messier 87 (M87).
Es la primera vez que los astrónomos han podido medir la polarización (una huella que dejan los campos magnéticos) tan cerca del borde de un agujero negro. La imagen inferior muestra la vista polarizada del agujero negro de M87, donde las líneas marcan la orientación de la polarización, determinada por el campo magnético que hay alrededor de la sombra del agujero negro.