El astrónomo chileno Néstor Espinoza se ha convertido en uno de los nombres más importantes de las ciencias en nuestro país.

El astrofísico, quien realizó sus estudios de pregrado en la Facultad de Física de la Pontificia Universidad Católica de Chile, licenciándose como astrónomo en 2012, ha desarrollado una prolífica carrera, siendo protagonista de diversos hallazgos.

Uno de ellos ocurrió en 2016, cuando junto a su equipo descubrieron el exoplaneta BD+20594b, un cuerpo que tendría una alta densidad, propia de un objeto rocoso.

“Fue interesante porque ese descubrimiento lo hicimos con la misión espacial Kepler, que dejó de funcionar hace un par de años”, señaló en conversación con BioBioChile en relación a la investigación que lideró junto a Rafael Brahm, quien en ese entonces era su compañero en el doctorado, y su supervisor, Andrés Jordán.

“Habíamos desarrollado un montón de herramientas para hacer estos descubrimientos durante el doctorado, así que estábamos listos, ya teníamos la preparación y la cabeza para hacerlo”, continuó.

“Diseñamos el proyecto, lo propusimos a estos paneles (encargados del tiempo telescopio) y nos dieron el tiempo. Teníamos un equipo en el cual incluimos a la gente de la Universidad de Chile que trabajaba con nosotros, liderados por James Jenkins. Y todos juntos comenzamos a hacer descubrimientos”, sostuvo.

En ese sentido, el doctor en Astronomía, Astrónomo del Space Telescope Science Institute en Baltimore, Estados Unidos, repasa su experiencia para aprovechar de hacer una radiografía al panorama y desarrollo de las ciencias y tecnología en nuestro país.

“En Chile hay muy buenas ideas, a veces hay muy buenas oportunidades que puedes tomar, pero si no estás en la posición adecuada… o sea, imagínate el financiamiento que necesitabas para tener a dos estudiantes de doctorado, yo y Rafael, además del profesor Andrés Jordán que ahora está trabajando en la Universidad Adolfo Ibáñez”, mencionó.

Espinoza enfatiza que el financiamiento para este tipo de proyectos es fundamental. Por lo mismo, aunque asegura que muchos investigadores individuales tienen muy buenas ideas, la realidad es que no tienen de dónde sacar financiamiento para llevarlas a cabo.

“Formar todos estos proyectos requiere financiamiento, requiere también suerte y requiere de alguien que tome la oportunidad como la que tomamos nosotros. Es una serie de cosas, no me gusta mucho ese concepto que la gente cree que ‘es debido a tu esfuerzo’. Es mucho más complicado al final del día, tiene que ver con oportunidades, con suerte, etc”, puntualizó.

Eso sí, si bien menciona que el financiamiento es lo primero, luego viene el tema político. “Un plan para fortalecer las ciencias en Chile tiene retorno a largo plazo, y los gobiernos duran una fracción de ese largo plazo en el cual vas a ver los frutos de una decisión de ese tipo”, aseveró.

Por lo mismo, el astrónomo argumenta que “generar conocimiento es generar nuevas artistas para poder diversificar también el tipo de economía que haces, es decir, no podemos seguir siendo los ‘exportadores de’, porque sino nos vamos a quedar estancados, y eso es lo que ha pasado últimamente en Chile”.

“César Hidalgo lo viene explicando hace mucho tiempo, y no sé por qué no lo han tomado mucho en cuenta, pero él hace un punto súper bueno que tiene que ver con el hecho de que hay datos empíricos de que hay países en el mundo que se quedan estancados en exportar cosas, y no tienen cómo surgir de eso”, manifestó.

“Hay un salto súper importante que tienes que dar, no para dar valor agregado, sino que tiene que ver con generar una nueva área en la cual puedas ser conocido afuera, algo tecnológicamente avanzado. Te insisto que en Chile, hoy, hay mentes para hacer ese tipo de cosas. Las hay, están. Lo único que tienes que hacer es inyectar el financiamiento”, señaló.

“Es una apuesta obviamente, porque no sabes cuando esa inyección va a generar esto a futuro, es difícil de predecir, y sobretodo por lo rápido que cambia el mundo, pero va a llegar. Pero si no haces esa apuesta, obviamente nunca vas a tener esa oportunidad y estarás estancado para siempre. Entonces, tiene que haber una decisión a nivel país”, complementó.

El astrofísico alude, por su parte, al recientemente creado Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, el cual comenzó a funcionar en 2018.

“Entiendo mucho a mis colegas científicos que están muy frustrados con el Ministerio de Ciencias, porque justamente fue creado para hacer ese tipo de inversión. Ahora, yo se que partir un ministerio de cero, y tratar de lograr algo así de grande, cuesta tiempo. Es una parada política, hay harta discusión política”, señaló.

Y pese a que admite tener grandes reparos con el presidente Sebastián Piñera, reconoce lo difícil que debe ser levantar un ministerio “y decir ‘esto es lo que tenemos que hacer’. Es difícil, porque recién vienen entrando, recién se creó. Se creó, y tres meses después aparece una pandemia mundial que no te deja hacer nada. Entonces es complicado”.

El astrónomo abordó además el polémico recorte de Becas Chile, cuyo programa financia a compatriotas para que estudien magíster y doctorados en el extranjero con la condición de que, a su regreso, retribuyan al país con sus conocimientos.

“Son decisiones difíciles que hay que tomar, e insisto que yo creo que el Ministerio de Ciencias no tenía mucho que decir al respecto. Yo creo que fue como que les dijeron que debían eliminar las Becas Chile, y el ministerio recién llegado… ¿qué iba a decir? ¿Le iba a decir que no a Piñera? Es complejo”, continuó.

“Nosotros como científicos tenemos esta parada de que todo es como objetivo y lógico, pero la verdad es que en política la cosa no funciona tan así, y es un poco evidente cuando te pones a ver los tipos de argumentos que se debaten en la cámara de Diputados y del Senado por ciertos miembros del Congreso. Pero eso es con lo que estás trabajando, entonces no puedes hacerte creer el ‘por qué no son objetivos como uno’. Si uno sabe que la política es distinta, que funciona así”, expuso.

“Y no basta con alegar, hay que meterse en política, meterse en los partidos, participar del sistema que hay ahora, porque es lo que tenemos por ahora, hay que participar por ejemplo de la Constitución, etc. Y los científicos en general son reacios a participar en política, pero esa es la manera en la cual se pueden cambiar este tipo de políticas a nivel país. No podemos seguir estando en nuestros laboratorios sentados diciendo ‘pucha, no me dan financiamiento’. Tienes que ir y conversar con los políticos directamente, y entender los problemas, cuál es su lógica”, ahondó.

Volviendo al tema de las Becas Chile, Espinoza señaló que es una inversión que no tiene retorno claro, ya que afirma que en muchas ocasiones los becarios, al retornar a Chile, no encuentran plazas, “o tantas plazas”, para trabajar.

“Han habido becarios que han sacado doctorados afuera, y vuelven a Chile y le preguntan a CONICYT en qué tienen que trabajar, y les responden que da lo mismo, que pueden hacer lo que quieran hacer pero que tienen que retornar… eso no tiene ningún sentido”, aseveró.

“Tienes que tener un plan de retorno y eso no existe en Chile. Entonces si me preguntas a mi, con este tipo de planes, que son al voleo, hechos de la nada, no tienes financiamiento para desarrollar ideas en Chile, ¿qué cerramos? Aparentemente Becas Chile es uno de los planes que menos sentido tiene mantener en una pandemia mundial como ahora, bajo este argumento como de ‘no hay plan para esos becarios de vuelta a Chile’”, prosiguió.

“La idea inicial es súper buena en el sentido de generar capital humano avanzado que le llaman, aunque no me gusta ese concepto porque es como si nos pusieran un signo peso, pero claro, si no tienes un plan para retornar, un plan para mantenerlos en Chile, no tiene ningún sentido, es una idea al aire. Y eso es lo que me da lata, porque uno dice ‘está hecho a la chilena’. Me encantaría decir ‘está hecho a la chilena’ refiriéndome a una cosa eficiente, que tiene sentido. Eso es lo que tenemos que pelear por cambiar, pero es difícil viendo historias como estas”, argumentó.

Finalmente, recalca el hecho de que en Chile hay mentes para desarrollar ciencia y tecnología. “Es cosa de darte una vuelta por las universidades, y vas a encontrarte con gente que tiene muy buenas ideas, que están trabajando en algo y que de repente consiguen un poquito de financiamiento para hacer algo pero alguien de otro país de repente le gana la idea simplemente porque tiene más financiamiento asociado”, mencionó.

“Pero te insisto, yo también tuve la suerte de trabajar con este tipo de personas que fue mi supervisor de tesis que es Andrés Jordán, que ahora es Consejero Ministerial por lo demás, y haber entrenado en su grupo fue fenomenal”, aseveró.

“Salgo afuera, y veo el nivel de científicos que hay, y Andrés es de nivel mundial. Y yo ahora me considero también de nivel mundial gracias a ese entrenamiento que recibí en Chile. Entonces de todas maneras está la gente, están las personas, están las cabezas”, concluyó.